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Hace más de 16 años, el nueve de enero de 2007, se presentó al mercado el primer iPhone. Según la publicidad de Apple de ese entonces: “El iPhone combina tres productos: un teléfono móvil revolucionario, un reproductor musical con controles táctiles y un innovador dispositivo de comunicaciones por Internet con correo electrónico de escritorio, navegación web, mapas y búsqueda, en un dispositivo portátil pequeño y liviano. iPhone también presenta una interfaz de usuario completamente nueva basada en una gran pantalla multitáctil y un nuevo software pionero, que le permite controlar todo con solo sus dedos.”
Hoy, después de muchos años, rendimos tributo al iPhone 1 como un producto que instauró una nueva dinámica de competencia en la industria de la telefonía móvil, que puede resumirse en tres grandes cambios: (i) transformó al teléfono móvil en un símbolo de estatus; (ii) dio origen a una industria inexistente hasta ese momento, la de creación de aplicaciones digitales; y, (iii) fue un punto de inflexión en la productividad a nivel personal y laboral.
De igual manera, el pasado 5 de junio quedará, sin duda, registrado en la historia. Durante la Conferencia Global de Desarrolladores de Apple, se produjo el esperado lanzamiento de las Apple Vision Pro, unas “gafas” revolucionarias con un poder de computación más allá de cualquier teléfono móvil o computadora, y que permiten fusionar en un ambiente inmersivo nuestro entorno físico con los mundos de la realidad virtual y aumentada, lo que en su conjunto se denomina como “El Metaverso”.
De acuerdo a la reseña de Apple, “La Vision Pro es una revolucionaria computadora espacial que combina a la perfección el contenido digital con el mundo físico, al tiempo que permite a los usuarios estar presentes y conectados con los demás. Vision Pro introduce una interfaz de usuario completamente tridimensional controlada por las entradas más naturales e intuitivas posibles: los ojos, las manos y la voz del usuario”. Además, una de las características que particularmente capturó mi interés es la representación digital en tres dimensiones de los usuarios, los avatares, a los que Apple ha bautizado como “Persona”. Esta funcionalidad promete añadir un nivel superior de realismo a las reuniones virtuales.
¿Qué podemos anticipar para el futuro en la industria de las “computadoras espaciales”, como Apple las ha bautizado?
(i) Este lanzamiento actuará como catalizador para un rápido desarrollo de múltiples actores en torno a la tecnología de gafas de realidad mixta; (ii) tras un breve período de “desilusión tecnológica” respecto al metaverso, este experimentará un renovado impulso, aunque aún tomará varios años alcanzar su plena madurez; (iii) seremos testigos de importantes avances en realidades inmersivas en campos como el entretenimiento, la educación, la conectividad remota, y la capacitación laboral; y, (iv) evolucionaremos del control de dispositivos “con solo sus dedos”, al control con los ojos y la voz.
Dada la avanzada tecnología que incorpora, el precio de entrada para las Apple Vision Pro es bastante elevado (US$3.499), lo cual podría retardar la madurez de esta tecnología, y se constituye en el principal reto para el despliegue masivo del metaverso.
