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La contienda comercial entre China y EE.UU., junto con la política de nearshoring estadounidense, se está transformando en un catalizador del crecimiento económico de México, y sin lugar a dudas los mayores esfuerzos desde la institucionalidad gubernamental colombiana y la empresa privada deberían poner su atención en la integración de nuestras industrias de manufactura y servicios con las cadenas de suministro de México.
México ha capitalizado su posición geográfica colindante con EE.UU. y el acceso preferencial que ofrece el T-MEC, y ha manteniendo costos laborales competitivos, a pesar del aumento del salario mínimo en la zona libre de la frontera norte, el cual se multiplicó por cuatro en el sexenio del presidente Amlo, pasando de 2.687 pesos a 11.403 pesos por mes (aproximadamente US$650).
Las cifras del mercado entre México y EE.UU. y Canadá son impresionantes: en 2023, 82,6% de las exportaciones mexicanas fueron a EE.UU., y 3% a Canadá, por un monto entre ambos destinos de US$466.000 millones, y una balanza cambiaria neta favorable a México en US$241.000 millones. Las mayores exportaciones son en rubros asociados a industria automotriz (21%) y computadores y teléfonos celulares (15%).
Para establecer una comparación, las exportaciones de Colombia a México en 2023 ascendieron a US$2.615 millones, y las exportaciones de Colombia a EE.UU. se estima que ascendieron a alrededor de US$13.097 millones, es decir, Colombia exporta en forma conjunta a México y EE.UU. un poco más de 3% de lo que exporta México a EE.UU.
Todas las cifras del intercambio entre México y EE.UU. están sustentadas en el status quo actual, y la política de nearshoring estadounidense promete traer crecimientos mayores a lo visto hasta ahora, pues México se va a consolidar como la puerta de ingreso del mundo hacia Norteamérica. En 2023, los principales anuncios de inversión extranjera directa en México ascendieron a más de US$100.000 millones, siendo los principales orígenes EE.UU. con cerca de 42%, y China con algo más de 12%, donde sobresalen inversiones en sectores diversos como generación y transporte de energía, industria automotriz, siderurgia y electrónica. La inversión de origen chino en México seguirá creciendo, pues a los chinos les interesa mantener su acceso al mayor mercado del mundo. Entre los proyectos de China en México sobresalen inversiones por US$5.000 millones en parques industriales, inversiones en manufactura de la automotriz Jetour con US$2.000 millones, y la empresa taiwanesa Pegatron y Wistron anunció inversiones de cerca de US$2.000 millones en la manufactura de semiconductores.
Sin lugar a dudas, debemos mantener el foco en llegar directamente a los EE.UU., pero ante este panorama es claro que hacia el futuro el segundo socio comercial más importante para Colombia debe ser México, para integrarnos como proveedores de sus cadenas de suministro hacia el mercado estadunidense, haciendo énfasis en manufacturas intermedias y servicios tecnológicos.
Pregunta final, la Embajada en México requiere un perfil técnico y objetivos claros en desarrollo del comercio bilateral. ¿Tenemos el embajador correcto para asumir estos retos?
