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Analistas 10/03/2020

Miopía provinciana

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo

En días pasados recibimos la noticia de la firma de un convenio entre el gerente de la Federación de Cafeteros, Roberto Vélez y José O’Meara, director de la agencia Colombia Compra Eficiente, para que las oficinas del Estado ahora compren café 100 % colombiano y, así, estimular la demanda y mejorar la rentabilidad de los caficultores.

Dice el estratega Parag Khanna que “los movimientos (anticapitalismo, antitecnología y antiglobalización) siempre pierden. No representan el humanismo universalista, sino la miopía provinciana”.

Según el comunicado, las oficinas del Estado ahora deben comprar café de mejor calidad, a mayor precio, 100% colombiano, para estimular la demanda y mejorar la rentabilidad del productor.

En primer lugar, estoy seguro que el presidente Duque -hombre universal- ve con buenos ojos el aumento del consumo interno, pero no debe respaldar medidas motivadas por la miopía provinciana, que encarecen el café a las entidades oficiales, ya de suyo con escaso presupuesto, con el fin de mejorar la rentabilidad de unos productores.

¡Este no puede ser el camino para educar a los consumidores nacionales, y que se tomen un buen café! En un mercado libre, ese papel lo cumplen los tostadores, que compiten por llevar al consumidor el mejor producto, exponiendo en la venta las propiedades de lo que ofrecen, y haciéndole ver a quien se toma un buen café, sus propiedades.

Estamos en el momento estelar, cuando más de 1.000 marcas de productores han incursionado en el mercado, quieren llevar el café a los consumidores de su región, y los mas alentados, a todo el país y al mundo.

Recordemos que Colombia vende todo lo que produce, gracias a que ha logrado que nuestro café entre libremente y sin aranceles a casi todos los mercados. Pero en cada tratado lo primero que se incluye es el TRATO NACIONAL, una clausula que obliga a que productos en los países signatarios deben recibir el mismo trato que el de productores nacionales, por ejemplo, en las compras públicas. Colombia, para exportar al mundo 90% de lo que produce también debe respetar el ingreso de otros países. En este caso siempre resultamos ganadores, por cuanto exportamos a un mayor precio del que importamos.

Posteriormente, fue publicado un video del gerente de la Federación con el gestor de esta iniciativa, el senador Alejandro Corrales, lanzada en una de las crisis recurrentes del café, como idea salvadora. Luego la convirtió en un lema de su campaña política, hasta que logró, como miembro del partido de gobierno, que fuera adoptada como política pública.

Puede ser legítimo que un Senador originario de una provincia cafetera, dedicado toda su vida a esta actividad por razones familiares y profesionales lo proponga -convencido que esta solución puede salvar a sus electores cafeteros- y conseguir su voto. Lo increíble es que el Gobierno adopte esta medida, que va en contra de los escasos recursos de la Nación. ¡Qué tal que ahora todos los proveedores del Estado colombiano exijan que se les aplique la misma política!.

La sorpresa es ver a Roberto Vélez promoviéndola; un profesional formado en el comercio internacional del café, curtido vendiendo el grano, embajador en los países asiáticos por muchos años y, que sabe muy bien que la MIOPÍA PROVINCIANA no conduce a nada, máxime cuando es el responsable de vender al mundo 14,8 millones de sacos, al mejor precio posible.

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