Yo no me llamo Javier

El 20 de julio es el día más representativo de todas las protestas que hubo por la libertad y aunque existieron otras revueltas como la de Cali, Pamplona tenía su encanto: un florero prestado, un peninsular incomodo y un pueblo inconforme y en el que muchos de ellos ni sabían porque luchaban en ese momento, las noticias llegaban tarde y ni idea de quiénes eran los Bonaparte.

Pero también el primer mandatario de los colombianos recordaría este evento desde la Perla de América como la llamo el jesuita Antonio Julián S.J por allá en el siglo XVIII y dijo que en esta gesta de libertad e independencia estuvo el director de la antigua expedición botánica, el sacerdote José Celestino Mutis, lo cual está totalmente errado ya que este sabio murió en 1808 en Bogotá, pero de causas naturales y no estuvo involucrado en conspiración alguna, quizás porque su interés siempre estuvo dirigido al negocio de la Quina, pero contrario a él muchos de sus discípulos entre ellos su sobrino Sinforoso sí estuvieron en las revueltas de la independencia durante la primera época (1810-1816).

Personajes como Francisco José de Caldas , Jorge Tadeo Lozano, entre otros, participaron de ello e incluso hicieron parte una primera junta de gobierno, ahora bien en este discurso en Santa Marta también se incluyó a José María Carbonell, quien terminó fusilado en la huerta de “Javier” en 1816, pero el tema es que la huerta no era de Javier, era de Jaime, el nombre del lugar era ese antes de llamarse la plazoleta de los mártires como se conoce desde 1850 hasta nuestros días, y en ella no murió Policarpa Salavarrieta, ni el sabio Caldas ni mucho menos Camilo Torres, quienes cayeron en lugares como la plazoleta de San Francisco , la plaza mayor o el antiguo colegio de Santo Tomás.

Carbonell sí murió en ese lugar, pero no fusilado, lamentablemente cayó ahorcado y como él murieron muchos otros en ese sitio como Miguel de Pombo, Crisanto Valenzuela, José Gabriel Peña, Antonio José Vélez, Francisco Javier García Hevia, Hermógenes Céspedes, el coronel español José Ramón de Leiva, Emigidio Benítez, Jorge Tadeo Lozano, José Gregorio Gutiérrez, José Ordoñez y Juan de la Cruz Contreras y simples paisanos que son tan pueblo como los anteriores y que vale la pena recordar como Bernabé Gutiérrez, Manuel Cifuentes y uno que los registros simplemente lo recuerdan como “Carranza”.

Hoy, el Presidente vuelve a equivocarse, pero eso no es pecado porque para eso somos humanos, lo que es medio pecado es dejar la historia por el suelo, no les importa, les interesa hablar de multitudinarios conciertos en la plaza de Bolívar mencionando a Mago de Oz, pero hoy aunque no lo haya criado diría Dn. Juan Alonso Núñez de Jaime por 1732 algo que cantan los Toreros Muertos, aquellos miembros del rock ibérico, del que el presidente tanto saca pecho “Yo no me llamo Javier”.