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Analistas 24/02/2024

De espaldas al mundo

Germán Bolívar-Blanco
Analista y consultor

El régimen solo tiene afán de protagonismo global, por un líder obsesionado con ser figura internacional ambiental y de la paz, que embelesado con el poder dado por la Primera Magistratura de un país desorientado hace ruido con el estilo populista propio de los colosos progresistas regionales, amalgamado con los visos dictatoriales de nuestro inmaduro vecino del nororiente; con lo cual pretende arraigar narrativas que en nada contribuyen a solucionar los problemas sociales y económicos de la nación, porque más le importa la careta de vedette ambientalista y pacifista con que intenta imponer utopías sin destino propio.

Elegimos un Presidente sediento por ocupar las primeras plazas en los eventos internacionales con los poderosos mundiales, lo que hace con visiones que representan mal la innegable riqueza ambiental de nuestro país indiscutible banco de recursos naturales a resguardar por su inmensa biodiversidad, aunada al endemismo con variedades de fauna y flora únicas en la tierra, catalogado como potencia ambiental, tal vez la tercera más importante y determinante para el futuro de la preservación global.

Tenemos uno de los mayores tesoros del mundo por cuidar y proteger, que bien manejado se convertiría fácil en propósito nacional que brinde cohesión y progreso social, pero no como recurso instrumentalizado para fines ególatras sin el debido análisis y discusión, que hagan hacer el ridículo y perder credibilidad y confianza en los escenarios internacionales acreditados, ante la carencia de reflexión y debate conjunto, coordinado y consensuado con las otras potencias ambientales, el primer peldaño para ganarse el liderazgo global, pero nunca así.

Ésta loca carrera de Petro que no ha admitido reparo alguno, nos embarcó en una transición energética que ni el más avanzado de los países puede cumplir, agravada por la senda trazada que cerró los caminos a nuevas exploraciones de hidrocarburos, de un país con menos de 0,6% de la huella de carbono global; con lo cual condenan las finanzas públicas a transitar graves escenarios de déficits, fiscal y en cuenta corriente, en ciernes e insostenibles, aunado a que nos sentencian a pírricas tasas e crecimiento que causarán décadas de atraso en lo que resta de este gobierno con sus caóticas políticas.

La perla de un país de espaldas al mundo y peor aún de espaldas a sí mismo, está en el errático manejo dado a la paz y los grupos terroristas sin principios ni valores más que usufructuar hasta que puedan las rentas ilícitas del narcotráfico y minería ilegal con las que se enriquecieron y mantienen cautivos los territorios y sus habitantes ante la carencia de presencia del Estado; un régimen que solo le sirvió salir del oscurantismo de la insurgencia para patrocinar y perpetuar la costumbre de pescar en río revuelto entre bandidos y forajidos.

Así Colombia tiene parecido con Serbia según el libro de Asne Seierstad titulado como este artículo, con sus historias antes, durante y después de la guerra de los Balcanes, sus alegrías, penas y esperanzas, país mártir como acá, devastado por el pasado de violencia, que más que olvidado, está confundido y sin propósitos claros como nación ante el mundo.

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