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La guerra actual contra Israel fue iniciada por la organización islámica radical Hamás, junto con la Yihad islámica Palestina (YIP), cuando miles de sus terroristas y simpatizantes cruzaron la frontera de la Franja de Gaza a Israel, en la madrugada del 7 de octubre. En pocas horas, perpetraron la peor masacre contra judíos desde el Holocausto, sembrando matanza y destrucción en unas 20 comunidades rurales, matando, violando, mutilando, saqueando y secuestrando personas de todas las edades, géneros y nacionalidades. Simultáneamente, Hamas disparó, y continúa disparando cohetes y misiles contra poblaciones civiles en localidades y ciudades de todo Israel.
Además, los proxys iraníes buscan sumarse a la agresión en curso, con intentos diarios de Hezbolá de atacar desde el Líbano y casos alarmantes de violencia por parte de las milicias respaldadas por Irán en Siria, así como por la milicia Hutí en Yemen.
¿Quiénes son los beligerantes y cuál es su objetivo declarado?
Hamás tomó el control total de la Franja de Gaza en 2007 y la gobierna siguiendo la ideología del califato islámico, es financiada por Irán con US$100 millones anualmente. La carta fundacional de Hamás, declara explícitamente su agenda antisemita de exterminar a los judíos. La matanza del 7 de octubre demostró que está más que dispuesto a superar incluso las atrocidades de Isis en la búsqueda de esta causa. El primer objetivo de Hamás es aniquilar a Israel, y luego fomentar la expansión de la Yihad islámica. Hamás goza de un amplio apoyo entre la población de Gaza, que le concedió una mayoría en las elecciones de 2006.
Hezbolá es una organización fundamentalista chiita que tiene una influencia abrumadora en el Líbano, gobierna la mayor parte del sur del país hasta la capital Beirut, controla amplios sectores de la economía y desempeña un rol dominante en la arena política. Hezbolá es financiada por Irán anualmente por US$700 millones, posee un arsenal de más de 150.000 cohetes, todos dirigidos a Israel. Ataca periódicamente a Israel con cohetes y misiles y envía terroristas para intentar infiltrarse en Israel en la frontera norte. Su objetivo es destruir a Israel.
En cuanto a Irán, la característica común de Hamás, la YIP, Hezbolá, los hutíes y otras milicias en Siria e Irak es que todas son proxys iraníes. El régimen de los Ayatolás iraníes sostiene a todas estas organizaciones con medios financieros y militares -armas, experiencia y entrenamiento- así como con influencia política. Dicho régimen está abiertamente comprometido con la aniquilación de Israel y con la expansión de la Revolución islámica en todo el mundo.
Israel no tiene reclamos territoriales ni en Gaza ni en el Líbano. Israel e Irán están separados por más de 2.000 km. No hay disputa territorial entre ellos. Israel se enfrenta a una amenaza existencial por parte de una coalición de enemigos con el objetivo de aniquilarlo. Israel es el único Estado judío del mundo y la única democracia en la región, un faro de valores humanos universales y libertades civiles en un vecindario violento. Israel lucha por la paz con todos sus vecinos y ha logrado una coexistencia pacífica y asociaciones prósperas con algunos países árabes y musulmanes.
Actualmente, Israel está bajo ataque y debe luchar a fin de sobrevivir y prevalecer sobre sus enemigos. El amplio apoyo del mundo libre al derecho de Israel a defenderse refleja la comprensión de que, si Israel cae, Occidente será el próximo.
