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Analistas 05/08/2021

Se asoma una bonanza

Eduardo Verano de la Rosa
Gobernador del Atlántico

La Biblia enseña que hay que prepararse igual para épocas de vacas gordas que para vacas flacas. Los recursos adicionales de las bonanzas no se despilfarran porque son necesarios en la escasez.

Tendremos ingresos adicionales por una inesperada bonanza de precios de nuestros principales productos de exportación. Debemos dejar la polarización y dedicarnos a aprovechar esta bonanza para disminuir la pobreza que dejó la pandemia. Habrá una etapa de recuperación económica por el incremento de precios de: petróleo, café, flores, banano, aguacates hass y carne. Suben también los precios de las materias primas necesarias para su producción y cultivo. Quienes tengan inventarios tendrán mayores ingresos.

El petróleo de US$30/barril llegó a US$78/barril durante el último año. El precio del café ha llegado al máximo histórico de $1,9 millones por carga por las heladas en Brasil. Además, tendremos una producción récord que superará los 14 millones de sacos exportados con ingresos que beneficiarán a 546.000 familias de la zona cafetera. Están exportando un 60% adicional por mes, 92% de su producción.

Debemos ahorrar creando fondos que permitan utilizar en un futuro y ejecutar proyectos escogidos de infraestructura económica, diversificando la economía. Se necesita inteligencia colectiva y capacidad de gestión. Interesante que esta bonanza de precios y producción se sostenga hasta octubre cuando hay la mayor cosecha, y ojalá la oportunidad de aumentar los ingresos.

El aguacate hass está en un momento privilegiado, de $1.800/kilo ha subido a $7.000/kilo. Esa bonanza del aguacate hass coincide con la especialización de los colombianos, con tecnologías más modernas, tal como se perfeccionó el café. Esa enseñanza ha quedado. Han logrado semillas certificadas escogidas con patrones de mejoramiento y especialización por zonas geográficas. Por esa tecnología somos importantes productores de aguacate hass, muy demandado en los mercados externos. Tiene fama de ser una grasa sana y sin colesterol.

Lo propio está ocurriendo con el cacao y con el limón tahití con unos precios muy atractivos a nivel internacional. Se ratifica que Colombia debe enfocarse a la agricultura de exportación. Toca agregar un mayor valor. Por ejemplo, el limón tahití no debemos exportarlo como fruta, sino en jugo o cortarlo y empacarlo como lo utiliza el mercado europeo, en rodajas de limón para los vasos de licor. Como lo consumen, así lo debemos exportar.

El aumento de ingresos va a tener un impacto en la inflación. Habrá más demanda de alimentos, vivienda, vestuario, vehículos que subirán de precio por restricciones de oferta e incremento abrupto de la demanda. Ha habido problemas de falta de contenedores y de capacidad portuaria por el incremento de exportaciones y alza de precios operativos.

La Federación Nacional de Cafeteros ha promovido el mayor desarrollo social de Colombia, ha construido vías terciarias, escuelas, hospitales, mejorando su calidad de vida. Para lograr más equidad y mayor capacidad productiva de pequeños productores, hay que avanzar en la titularización masiva y legalizar tierras y así puedan acceder a créditos y a nuevas tecnologías. Interesante para disminuir la pobreza. Se ratifica lo que aprendimos en el colegio de una Colombia rica, productiva excelente ubicación en la mejor esquina de Suramérica.

El gran problema a resolver es por qué se ha trepado tanto el dólar. Debe ser que el mayor ingreso por la bonanza, lo están sacando del país. Esto es, fuga de capitales, como en Perú por la incertidumbre política. El desafío principal es que la gente deje la plata en Colombia.

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