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Analistas 24/02/2022

La constitución de Querétaro

Eduardo Verano de la Rosa
Gobernador del Atlántico

La importancia del constitucionalismo mexicano de inicios del siglo pasado no puede ser ignorada en Latinoamérica, forma parte de nuestra herencia que necesitamos revisar y el populismo que intenta apoyarse en esta herencia para alterar las reglas de gobierno de la democracia moderna. El constitucionalismo latinoamericano tiene un pasado con aportes y aspectos negativos del constitucionalismo mexicano. Necesitamos una revisión crítica de esta herencia para quedarnos con lo bueno y superar lo negativo.

El constitucionalismo mexicano con su Constitución de Querétaro expedida en 1917 marcó un camino de transformaciones en lo económico y social, siendo pionera en derechos económicos y sociales superando nuestras cartas políticas, con profundo contenido económico y social. En nuestro país, en la Constitución de 1936 hubo un serio intento de hacer una transformación constitucional bajo las pautas del constitucionalismo mexicano.

La Carta Política de Querétaro en sus artículos 25, 27 y 123 tiene consignados principios fundamentales como la dirección general de la economía y la planificación a cargo del Estado. Es un constitucionalismo con sentido social, que combina mercado libre con defensa de los más débiles y con fuertes límites al capital frente al trabajo, con protección de los intereses nacionales, y su energía al servicio de la nación. Asimismo, declara una educación libre, gratuita y laica. Separa educación y cultos religiosos.

Es un constitucionalismo democrático en lo económico y social, que intentaba a todas luces garantizar los éxitos alcanzados por las luchas de los campesinos con la reforma agraria democrática. Con fuerte legitimidad porque representa factores reales de poder en la sociedad política mexicana. Es un constitucionalismo incluyente y pluralista derivado de las luchas sociales y de la defensa de los intereses nacionales. La nacionalización fue una política estatal y constitucional de protección a los intereses nacionales. Es un constitucionalismo optimista.

Comparando ambas historias constitucionales, la nuestra tiene un déficit de democracia social porque no ha realizado una reforma agraria democrática. Esta falencia es fuente de violencia y atraso en el campo y da inseguridad alimentaria. La fallida reforma agraria democrática, es nuestra principal deuda histórica, muy a pesar de los esfuerzos de dirigentes liberales de la talla de Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo y del Partido Liberal.

El alma de Pedro Páramo, descrita por el genio de Juan Rulfo, es decir, el alma del gran propietario de tierras en el campo fue vencido en el constitucionalismo mexicano, por el contrario está triunfante en el constitucionalismo colombiano, a pesar, de los esfuerzos de dirigentes liberales y democráticos. Pero, el constitucionalismo mexicano presenta algunos rasgos de identidad con el constitucionalismo colombiano que nos son democráticos y que son puertas abiertas para el populismo: el autoritarismo. Este es un aspecto no de poca monta para la estabilidad democrática nuestra.

El autoritarismo mexicano y el colombiano tienen una fuente que nadie quiere ver: el presidencialismo. En ambos constitucionalismos, el presidencialismo aniquila o puede aniquilar o poner en peligro las libertades. Como en la metáfora del filósofo griego Esopo, grita que viene el lobo ante el peligro del triunfo de un presidente autoritario. El lobo no triunfará si se le quita el arma con que devorará la democracia y el Estado de Derecho, que no es otra que el presidencialismo autoritario. Sin este el lobo puede ser controlado.

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