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Tribuna Empresarial 12/07/2021

Desafiar nuestra experiencia

Eduardo Coello
Presidente regional de Visa América Latina y el Caribe
Analista LR

El proceso de toma de decisiones es uno de los temas más fascinantes en administración de empresas. En la velocidad de los negocios del mundo contemporáneo, tanto en la electrizante industria de medios de pago como en otros sectores de la economía, suelen privilegiarse la rapidez, agilidad y velocidad en la toma de decisiones. En procesos de innovación, la filosofía del “equivócate, pero equivócate rápido” (conocida como “fail fast”), es una invitación a la experimentación en el campo de la acción, corrigiendo el rumbo con ajustes sobre la marcha.

Una de las claves del éxito es determinar cuáles son los criterios para tomar decisiones. Es importante lograr un balance entre la experiencia y el uso de información que permiten las tecnologías de la información, el big data y hasta la inteligencia artificial. Al mismo tiempo, combatir el individualismo en las decisiones finales, para apalancarnos en el conocimiento colectivo, resultado de perspectivas diversas y complementarias, e informadas adecuadamente. La experiencia es muy importante, pero a veces el pasado no es nuestro mejor amigo. La experiencia acumulada, individual y de grupo, crea un pasado común para la organización.

Debemos evitar la tentación de refugiarnos en decisiones o premisas que en el pasado fueron exitosas y correctas, pero que tal vez ya no sean todavía válidas en el contexto actual.

Debemos mantener una apertura constante a desafiar nuestra experiencia con información y análisis. Plantear y rehacer las preguntas que nos puedan dar respuestas clave a nuestras hipótesis, con el poderío del procesamiento y análisis de datos actual, para entender los comportamientos y tendencias de los factores que pueden influir en las decisiones de negocios. La variedad de fuentes de información y de perspectivas individuales diversas dentro de la organización enriquecen y mejoran el proceso para realizar, revisar y responder a las preguntas que contribuyen a la planificación.

Cuando hablamos de las estrategias macro, de los principales planes de nuestra empresa, el foco debe estar en entender con claridad las condiciones actuales del contexto y el comportamiento de los indicadores de gestión, y sus escenarios de evolución. La información debe ayudarnos a actualizar y profundizar nuestro conocimiento de las condiciones y tendencias del mercado, dinámicas competitivas y comportamiento de los jugadores del ecosistema, que en conjunto son fundamentales para entender el marco de las decisiones que debemos tomar.

Si consideramos estrategias de corto y mediano plazo, por ejemplo, de desarrollo de nuevos productos, soluciones o innovaciones, es mayor la necesidad de acortar tiempos de planificación y puesta en marcha. Para comenzar, es fundamental identificar bien el problema a resolver, la oportunidad dada por un espacio inexplorado o por necesidades insatisfechas de consumidores, ya sea en grupos grandes o nichos de mercado. Luego, con el poderío de las técnicas de diseño centrado en el consumidor, co-creaciones y colaboraciones con socios de negocio, es el momento de desarrollar las soluciones para esos desafíos.

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