Energía sin ideología

Las ideologías y las creencias son un impedimento profundo de la humanidad para enfrentar con sensatez e inteligencia la solución de los enormes retos que afronta. Eso nos está ocurriendo con los sistemas de salud, con el eléctrico y con el minero energético. Vale el símil con el sistema de creencias que proscribe las transfusiones sanguíneas. …creencias y ciencia no compaginan, y creencias e ideologías absurdas colapsan vidas, sociedades y gobiernos.

La evolución de los sistemas eléctricos es un tema de ciencia y tecnología. El estudio de la forma cómo una sociedad se organiza para proveerse de la energía requerida para su funcionamiento, es el tema de trabajo de una comunidad de técnicos dedicados a la economía de la energía.

Allí confluyen ingenieros, financistas, economistas, administradores, gestores ambientales. En Colombia, esta es una comunidad de varios cientos de expertos, altamente técnica y científica. Publican estudios, tesis doctorales, y artículos en revistas arbitradas. Simulan con herramientas sofisticadas, décadas adelante escenarios tecnológicos, ambientales, sociales… Comparan de manera sistemática la forma como diferentes sociedades se organizan para proveerse de la energía que requieren y determinan las mejores recomendaciones para asegurar energía disponible, limpia y competitiva.

Debaten durante meses los posibles efectos de medidas regulatorias luego de que estas se publican para consultas. Los cientos de funcionarios y académicos pertenecientes a empresas, gremios, gobierno y centros de investigación y universidades, que trabajan en esta área sienten la intervención de las comisiones reguladoras como un atropello profundo a lo que son los más básicos principios éticos, técnicos y científicos requerido para la construcción de un sector económico que le de bienestar a la sociedad.

El reto central del sistema es atender la expansión de la demanda de energía. El costo de fallar en ello es un apagón. El elemento clave para generar la dinámica de inversión necesaria es lograr formar un precio de largo plazo que haga posible la inversión.

Generar las condiciones para que ese precio lo formen los agentes es la función central de la Comisión de Regulación. Intervenirla falsea la base del sistema y destruye la confianza.

Qué afrenta profunda a la racionalidad, a la técnica y a las instituciones que se han construido en tres décadas con un a porte tan exitosos para el país. Tenemos una ministra sin fundamentos técnicos, que miente de manera insistente, un presidente que pasa por encima de la normatividad y que destruye el patrimonio institucional y humano de un país. Están generando enormes problemas legales y demandas inminentes al país.

La cuenta regresiva inexorable del apagón está en marcha. Hidroituango apenas empezó a generan de manera permanente con su segunda turbina, los contratos para las siguiente seis generan más inquietudes que certezas, y las líneas de conexión para los nuevos proyectos solares y eólicos presentan atrasos.

Los escenarios que corremos con modelos de simulación en los centros de investigación prenden todas las alertas. En las entidades responsables del sistema en el gobierno también se señalan los riesgos. Este mensaje desinstitucionalizante de Petro generará una parálisis de inversión que hará inviables los cierres financieros de los proyectos que el país necesita para los siguientes años y para la transición energética.

Pero, sobre todo, autodestruirá el proyecto político del Pacto Histórico. Parece no son lo suficientemente inteligentes para entender el suicidio político en que están incurriendo. No podrán endilgarle a nadie más que a ellos mismos, el desastre social que genera un apagón en una sociedad.