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En una entrevista poco inteligente a un hombre muy inteligente le preguntaron a Luis Carlos Sarmiento Angulo qué sentía al levantarse y saber que era el hombre más rico de Colombia. Respondió muy seriamente y con cierta afectación: Una enorme responsabilidad (Revisa Semana, 2021). Su reflexión no es nueva, los anarquistas románticos de comienzos del siglo XX decían que los hombres creen ser dueños de sus empresas, y ellas son las dueñas de sus vidas.
En otra entrevista a José Mujica, cuando le preguntaban por su posición favorable a los empresarios, explicaba que de sus impuestos salía la plata para ser socialista “yo seré socialista, pero no quiero ser bobo” (LaSexta, 2016). Churchill fue más concreto y elegante: “Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir, otros la vaca que hay que ordeñar, y muy pocos como el caballo que tira el carro”.
Otra entrevista más, a Antonio Banderas, preguntándole por la situación española y las diferencias con la dinámica económica de Estados Unidos, contó como en un evento conoció un joven, que resultó ser el creador de Uber. Había emprendido varias veces sin éxito y persistió. Banderas se queja del bajo nivel de emprendimiento de España, “aquí los jóvenes quieren ser empleados, en Estados Unidos quieren crear empresa”. “…se crea país con la gente que se la juega”.
Los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2022 evidencian esta realidad: en Estados Unidos 18,9% de los jóvenes emprenderán un negocio, en España solo 5,3%. En Estados Unidos 71,2% de quienes emprenden lo hacen porque creen que “con esto harán una diferencia en el mundo”, en España solo piensan así el 43,2% (GEM, 2022). España tiene tasas de desempleo en jóvenes mayores del 30%, Estados Unidos menores del 9% Ocde, 2022. Para Colombia, las cifras de emprendimiento en los jóvenes son del 16,8%, solo que la mayoría lo hacen por necesidad, no por oportunidad. No obstante, el 70,1% cree que con esto hará una diferencia en el mundo.
En el análisis de la estructura conceptual del estudio GEM, y en el resultado empírico derivado en los resultados de las encuestas cotejados con los datos de crecimiento económico y desarrollo, se entiende que el empresario es el constructor del desarrollo y la transformación social. Algo tarde para Latinoamérica, que armó una estructura normativa, impositiva y de financiación que inhabilita la actividad emprendedora. A esto le suma una cultura antiempresarial que supone al empresario como “el explotador”, mito útil para quienes viven de sembrar odios para tener réditos políticos.
Ocurrió lo contrario con los países de crecimiento acelerado. Crecieron con altas tasas en los últimos 70 años con bajos impuestos a las empresas, con políticas dirigidas a minimizar los tramites de creación, de agilizar licencias y permisos, de generar estructuras de financiación e inversión amigables. De este grupo es importante destacar a Israel, la llamada “Nación del emprendimiento”. Hoy es el país con mayor número de “Start-ups” centradas en tecnología.
Para mayor contradicción en Latinoamérica, hay quienes creen que estatizar o expropiar empresas es una idea adecuada. Nada más equivocado. Desestimular la creación y expansión de empresas es acabar con la dinámica central de aprendizaje, renovación, innovación y generación de empleo e inclusión social que tiene una sociedad. La involución de Cuba y Venezuela, y el estancamiento general de Latinoamérica está asociado a este profundo error de concepto social y económico.
REFERENCIAS
GEM (Global Entrepreneurship Monitor) (2022). Global Entrepreneurship Monitor 2021/2022. Global Report: Opportunity Amid Disruption. London: GEM.
LaSexta. (2016). Mujica: “Yo seré socialista, pero no quiero ser bobo” - Salvados. YouTube. https://youtu.be/fR0Ikdrh1VM
Revisa Semana. (2021). Entrevista con Luisa Carlos Angulo, empresario colombiano. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=e2GcOWtHet8
