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Analistas 27/05/2021

Salud: fortalecimiento impostergable

Didier Tavera Amado
Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos
Analista LR

El hundimiento en el Congreso del proyecto de reforma a la salud, ocurrido en medio del paro nacional, vuelve a traer a la opinión pública la necesidad urgente de resolver a fondo los problemas estructurales del sistema de salud en el país.

Está claro que los hospitales públicos necesitan más recursos para financiar redes integrales de servicio y que resulta fundamental el impulso del Ministerio de Salud y Protección Social al desarrollo de nuevas tecnologías sanitarias. Se trata de temas vitales que no puede ser pospuestos indefinidamente.

Urge, además, tener a la mano herramientas para acelerar el avance del proceso de saneamiento de la deuda que, en medio de los problemas de índole financiero y fiscal que estamos afrontando, ha avanzado lentamente con la aplicación exclusiva del Acuerdo de Punto Final.

La presión ejercida por la pandemia sobre el gasto público solo ha permitido el desembolso de menos de $2 billones de los $6 billones que estaban proyectados cuando fue aprobado el Acuerdo. La deuda de los hospitales públicos con las IPS sigue poniendo en riesgo la calidad del servicio y requiere medidas de fondo.

No podemos olvidar que la participación del sector salud en el gasto del Presupuesto Nacional cayó, en 2020 en 4,7% del PIB, como lo habían previsto el Fondo Monetario Internacional y expertos.

Hoy, enfrentamos una gran contradicción. De los países miembros de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (Ocde), Colombia tiene la mayor cobertura de salud, pero es el que menos puntos porcentuales del PIB destina a la inversión y al gasto en el sistema.

Además, por ejemplo, el impuesto al consumo de cigarrillos y licores se destina, en parte, a fortalecer los sistemas de salud. Así, los cerca de $700.000 millones que perdieron los departamentos a causa del consumo ilegal de cigarrillos, en 2020, sigue planteando un reto que debe ser enfrentado de manera articulada e interinstitucional, condenando el contrabando y sus delitos conexos.

No obstante, aunque los esfuerzos en el sector salud han sido enormes, la mayor parte de los recursos han sido absorbidos por la emergencia sanitaria causada por la covid-19.

Antes de su declaratoria, el Gobierno alistaba un desembolso de $380.000 millones para hacer frente a uno de los grandes retos de la salud: saldar deudas salariales de los hospitales públicos y atender sus gastos de su nómina. Sin embargo, la pandemia obligó a reorientar los recursos.

Un ejemplo de esto es que, de acuerdo con el Ministerio de Salud, al inicio de la pandemia, se contaba apenas con 5.539 camas UCI y, hoy, ese número se ha triplicado. Ahora bien, aunque los esfuerzos han debido reorientarse, también tenemos aquí una muestra del fortalecimiento de la capacidad instalada del país.

Es importante destacar que las Secretarías de Salud departamentales han venido trabajando en la aplicación de una estrategia diseñada por el Ministerio, alrededor de tres ejes principales: acelerar el Acuerdo de Punto Final y saneamiento de deudas del Estado con los actores del sistema de salud; garantizar el flujo de recursos corrientes de la Unidad de Pago por Capitación y Presupuestos Máximos y financiar la expansión de la infraestructura hospitalaria de alta complejidad.

Si bien, por ahora, la crisis marca el rumbo del gasto y la inversión, debemos estar preparados para volver a la normalidad con un sistema de salud fortalecido. En medio de los diálogos y la negociación, la salud debe seguir ocupando un lugar destacado en la agenda y requiere del liderazgo de un trabajo interinstitucional.

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