MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
En el contexto en el que estamos, con las severas consecuencias económicas para las empresas y para el empleo por cuenta de la pandemia y el aislamiento, el país conoció el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que es el documento donde se establecen las proyecciones del año, entre otras, para hacer las bases del presupuesto que nos presentarán al Congreso el 29 de julio.
Recordemos que se esperaba que los ingresos totales de 2020 fueran de $183,7 billones, de los cuales la Dian aportaría $158,5 billones, es decir, 86%. Sin embargo, ya nos anunciaron una caída de 15% equivalente a $24 billones. Eso significa que el déficit fiscal será de aproximadamente $83,4 billones, que equivalen a 50% de la inversión que hace el Estado en gastos públicos, subsidios, entre otros.
Por eso, la semana pasada citamos en la Comisión Cuarta de la Cámara de Representantes al director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), José Andrés Romero, a quien vale la pena reconocerle los logros de la entidad antes de la pandemia en materia de recaudo e inclusión de más empresas al régimen simple, por señalar algunos.
Y es que el director de la Dian tiene el enorme desafío de demostrar que puede mantener los buenos resultados e incluso mejorarlos ante la situación del país y atender con diligencia a los contribuyentes. Por eso el interés en la forma en que la entidad recuperará los ingresos tributarios de la Nación y en cómo facilitará a las empresas y a los ciudadanos en general el pago de los impuestos que en Colombia es una verdadera pesadilla.
Según el Doing Business de 2020, Colombia ocupa el puesto 148 de 190 en facilidades de pago de impuestos, por debajo de países como México, Chile y Ecuador. Y es que en nuestro país una empresa se tarda, en promedio, 256 horas en preparar, llenar y pagar los impuestos, 100 horas más que los países Ocde. Lo que para muchas compañías implica contratar personal adicional para manejar exclusivamente los trámites de la Dian.
No menos importante es mejorar la factura electrónica. Si bien los resultados son buenos para las empresas que ya están en el sistema. El gran desafío es incluir en la factura electrónica a los informales. Acordémonos que la informalidad empresarial en Colombia es de 60%.
No podía terminar el espacio con el director de la Dian sin hablar de un reclamo que me han hecho cientos de empresarios y emprendedores en el marco de la pandemia: la devolución de los saldos a favor. Es una medida para inyectarle liquidez a las empresas cuando más lo necesitan.
En total hay $16 billones de saldos a favor. Hasta el 2 de julio se habían recibido 36.200 solicitudes y se habían aprobado 20.600 -un poco más de la mitad-, por un valor total de $8,5 billones. En contraste, hay 290.000 solicitudes de subsidio a la nómina que han sido radicadas. Sin desconocer que el valor de las devoluciones es destacado, se pregunta uno si falta mejor comunicación para que las empresas accedan a este mecanismo que les facilitará cumplir con la nómina y otras obligaciones.
Lo cierto es que la Dian hoy tiene dos desafíos enormes. Por un lado, debe asegurar que haya suficientes recursos para pagar los bienes públicos y por el otro tiene la tarea inaplazable de facilitarle la vida al contribuyente.