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Analistas 01/11/2022

Moneda única de América Latina

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

El presidente del Senado, Roy Barreras, ha planteado la creación de una moneda única para la región de América Latina con una argumentación aislacionista que tiene poco asidero en la realidad económica. Sugiere el médico senador “la creación de una moneda única que nos dé solidez, y que no nos obligue a seguir dependiendo de las fluctuaciones de las grandes economías, de las monedas extranjeras con monedas nuestras fragmentadas, víctimas de las políticas externas. En Colombia podemos ver, en cifras respecto a la devaluación de la moneda y el crecimiento del dólar, de qué manera somos casi inermes ante las decisiones de los bancos centrales, norteamericanos, europeos, asiáticos”.

Son muchas las falencias en la argumentación del senador, pero empecemos por la hipótesis que una moneda única nos daría solidez en tanto que no nos obliga de depender de las fluctuaciones de las grandes economías. Supone esta argumentación que la denominación monetaria aislaría a la región como por arte de magia cuando la realidad económica es que, mas allá de esa denominación, las economías están ligadas a la realidad económica global mediante el comercio exterior y la inversión extranjera directa, o sea aquella que llega a participar en las empresas o portafolios de los países e indirecta que es aquella que nos llega vía crédito. Ese vínculo entre las naciones y el mundo se transa en dólares en América Latina y la tasa de cambio esta dada por a oferta y la demanda. Si hay mas demanda del dólar por diversas razones, la moneda local, llamase peso colombiano o el Barreras Latinoamericano, se devalúa.

¿Cuándo hay mayor demanda? Primero cuando hay déficit en la balanza comercial o en la balanza de pagos, cuando por razones de competitividad no entran dólares a la economía y finalmente cuando existe desconfianza de las políticas económicas y los ahorros de las personas buscan refugio en una moneda fuerte como el dólar. No habría ninguna razón para suponer que la existencia de esta moneda genera confianza en economías de la región con manejos económicos tan erráticos como Venezuela y Argentina. La muestra de los falaz de la argumentación del senador es la reciente devaluación del euro, moneda regional de un conjunto de economías un “poquito” mas solidas que las nuestras.

La integración monetaria no es el resultado de una idea genial de un político sino un proceso que presupone una integración que empieza con la integración comercial, avanza hacia una política macroeconómica coordinada y una política fiscal unificada para al final del camino poder formular una moneda única. Para mencionar solo la primera etapa, mientras el comercio subregional de Europa es 80%, el de nuestra región no pasa de 10%, lo que significa que si no podemos integrar comercialmente nuestros países es iluso pensar que los podemos integrar monetariamente.

¿Dónde quedaría y quien manejaría el Banco Central encargado del manejo de la moneda? ¿En Venezuela? ¿Quién se apropiaría del señoreaje propio de la emisión? ¿Quién manejaría la política monetaria a la cual renuncian los países al perder su moneda?

Lo más cercano a una moneda única de la región es el dólar que ya es la moneda común de Ecuador, Panamá y El Salvador y quien lo creyera Venezuela que de facto se ha dolarizado. Y esa moneda común, senador, hace aún más dependiente las economías pero tiene la virtud de que en esas economías no hay devaluación!

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