MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
En el horóscopo Chino se identifica cada año con un animal, así el presente año es el del Mono y el pasado el de la Cabra. En Colombia no seguimos esa vieja costumbre, sin embargo 2017 será a todas luces el año del Conejo.
Mucho se ha hablado de los múltiples conejos que podrán presentarse alrededor del tema del acuerdo de Paz con las guerrillas de la Farc. ¿Cuáles son?. El primero sin lugar a dudas es el conejo que el país le puso a las Farc. Con bombos y platillos el Presidente de la República suscribió un acuerdo con los líderes de la guerrilla a nombre de todos los colombianos….y unos días después la mayoría desautorizó el acuerdo y los amigos de La Habana quedaron viendo un chispero. Argumentaron que el acuerdo ya estaba vigente, pero nada que hacer. El conejo fue rotundo y a los “farianos” les toco llenarse de paciencia y prolongar su residencia en la isla de los Castro.
Vendrán otros conejos. Muchos comentaristas hablan de una situación en la cual el Gobierno haría “unos ajustes” al texto del acuerdo que no recogerían en su totalidad las inquietudes planteadas por el NO y con esos ajustes llegaría a un acuerdo con las Farc poniéndole un gran conejo a los ganadores del plebiscito. La otra situación probable es toda la contraria; es decir, que los ganadores del NO le pongan conejo al proceso de Paz y quieran dilatar las conversaciones para cobrar el triunfo y capitalizarlo política y electoralmente. En ese caso esa facción de la sociedad colombiana estaría poniéndole conejo a la mitad de los colombianos que votamos por el SÍ.
Ahora bien, si se da cualquiera de las dos situaciones anteriores o una tercera en que (Dios lo quiera) las tres partes (Gobierno, NO y Farc) llegan a un acuerdo sin ponerse conejo entre ellos, todavía quedan los conejos de la implementación de los acuerdos y ahí la lista es aún más larga.
Para cumplir todas las exigencias fiscales que tiene el Gobierno derivadas del acuerdo, el Gobierno tiene que sacar victoriosa la reforma fiscal y quien sabe si aún así se cuenten con los recursos necesarios para la compra de tierras, las indemnizaciones, las decenas de planes que se encuentran a lo largo del texto en lo cuales el paganini es el Gobierno . No es un compromiso marginal para un gobierno que tiene que cubrir un déficit fiscal de $30,5 billones equivalente al 3,6% del PIB. De no conseguirse los fondos necesarios vendrán una serie de “conejitos” en los múltiples programas que bien pueden pasar inadvertidos, porque al fin y al cabo lo que queda escrito en Colombia “se obedece pero no se cumple”.
Las Farc muy probablemente terminen poniendo conejo en dos aspectos. Por un lado con los dineros adquiridos durante el ejercicio “revolucionario” como ya lo ha denunciado el Fiscal y que ellos argumentan son reservas para resarcir a las víctimas. Falta ver cuánto es y si todo va para las víctimas o se quedarán algunos fondos por ahí enredados en la cuenta de algún jefe de bloque que maneja negocios non sanctos. La otra pata del conejo que puede salirle a las Farc es la entrega TOTAL de las armas. La verdad es que a pesar de todas las estipulaciones contenidas en los acuerdos para proteger a los desmovilizados (principalmente los cabecillas) la terrible historia de la UP es una alerta grande para los desmovilizados, particularmente con las existencia de unas Bacrim poderosas y bien armadas. Este sería un conejo inadmisible pero comprensible en aras de su propia “autodefensa”.
Ante el escenarios de CONEJOS no hay mas alternativa que bautizar el 2017 como el año del CONEJO.