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Analistas 14/08/2021

Soñar con realismo

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

Las circunstancias que vivimos actualmente, sobre todo desde el inicio de la pandemia, están haciendo que muchos piensen que las cosas pueden ser de oportunidad, como en efecto pueden ser; pero de ahí a que sean tan sencillas, como tener solo buenas ideas o creatividad, existe una diferencia bastante notoria, ocasionando que se incrementen los sueños y crea que lo que se sueña será realidad, como sintiendo que tantos textos, que son muy buenos y de gran utilidad pero que deben ser analizados y “platanizados”, es decir, ajustados y adaptados al contexto y al entorno, fueran la solución a tantos problemas e inconvenientes.

Nada tenemos contra los textos; por el contrario, son muy buenos y aportan bastante. Pero llegar a hacer de algunos de ellos la panacea que algunos están haciendo, es peligroso. Los sueños siguen, y seguirán siendo eso nada más, sueños, como dice la canción.

Las organizaciones, sin importar la naturaleza de las mismas, en épocas como las que estamos viviendo, tienen que hacer constantes ajustes a los planes de mercadeo, cuando los tienen, o a las acciones del día a día, como se da en la mayoría de los casos, pues son muchas las variables tanto internas como externas que hacen que se requieran esas modificaciones.

Ajustes que tienen que darse en casi todos los elementos de la mezcla de marketing, pero sobre todo en los componentes de las comunicaciones, o la “p” de promoción, pues son sus componentes los que básicamente mantienen el interés de los clientes y prospectos por medio de la estimulación sensorial que deben generar.

En muchas oportunidades hemos sido testigos de esos sueños sobre los cuales hablamos; se piensa que el servicio al cliente por ejemplo va a hacer que todo cambie, o que con un producto muy bueno se puede lograr ese mantenimiento de interés y lealtad que se busca, o que el precio hay que rebajarlo, como si fuera lo principal para estimular la demanda, sin pensar muchas veces en el efecto psicológico que las variaciones tienen sobre las mentes del mercado.

Esos sueños sobre lo anterior y las actividades promocionales principalmente, han sido la causa de muchos errores, que parten de los recortes presupuestales, sobre lo que nos referimos hace unos días, porque lo primero que se piensa, con esos recortes, los de personal y las constantes modificaciones en las variables comunicacionales, además de tratar de hacer del servicio, de la calidad o de las rebajas de precios lo principal para hacer que las cosas parezcan normales y mejores, son esas reducciones las que hacen que mercadeo no funcione adecuada y efectivamente.

Muchas veces hemos indicado en marketing que quienes viven por los números mueren por ellos, queriendo decir que no es solo el hecho de reducir presupuestos, o de dizque incrementar la calidad del servicio o de los productos, lo necesario para contrarrestar los efectos de situaciones adversas.

No se puede, ni es bueno, soñar y nada más. Es mucho lo que hay que ajustar en épocas de dificultades, y para ello es menester, primero, mantener las acciones de mercadeo, variando algunas cosas, pero jamás reduciendo la intensidad. De no ser así, seguiremos apreciando cómo los sueños no solamente no se convierten en realidad, sino que siempre son sueños nada más.

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