Retos del marketing

Las circunstancias que se están viviendo, marcadas por incertidumbre, dudas y cierto pesimismo entre otros, pero siempre deseando lo mejor para todos, lleva a pensar sobre lo que debe hacerse en el mercadeo práctico para alcanzar los éxitos que todos desean, confiando poder lograr lo máximo ante los retos que se tienen. Venezuela y el desgobierno actual hacen creer que se avecinan tiempos más complicados, esperando que no sea así.

Vivimos un año pleno de análisis, estudios y acción, marcados por inmediatez; pero también llenos de actividad política y paliativos como el generado por el deporte (Copa América y Olímpicos de París), y más, lo cual hará que la mezcla de las variables tenga que adaptarse a las diferentes circunstancias que influencian el comportamiento de los mercados, además de lo que sucede en otros países.

El manejo de las comunicaciones mercadológicas siempre genera retos debido a varias razones, pero principalmente a la cantidad de medios existentes y al poder que han adquirido las redes sociales con gran fuerza de penetración y credibilidad, y que además no son tan controlables como se desearía.

Teniendo en cuenta que para que las comunicaciones tengan el efecto deseado hay que entender y considerar la necesidad del efecto de repetición y la selección de medios y frecuencia, uno de los grandes retos es la distribución de los presupuestos correspondientes, por lo que lo que la mezcla de medios tiene que ser definida con más cuidado, control y seguimiento que antes, entendiendo que deben utilizarse un medio principal y mínimo tres de apoyo, trabajando estimulación emocional y racional, lo cual depende de la oferta y su naturaleza, el segmento al cual se dirige, la competencia, y más variables. Fundamental es la distribución de los recursos, porque medios seleccionados por amistad o tarifas, por ejemplo, lo más seguro es que no funcionen. Además, hay que mantener siempre presente que “todo y todos comunican”, y que no es posible no comunicar.

Otro gran reto ha sido, y será el elemento básico de diferenciación para el posicionamiento competitivo y los tres apoyos que debe tener. La comoditización y las guerras de precios han hecho que se descuide en muchos casos la orientación necesaria para que todo y todos comuniquen adecuada y efectivamente cómo se debe percibir la oferta para lograr estar como se pretende en las mentes de los mercados, de manera que se puede ser primera y preferida opción. El posicionamiento es una actividad holística, por lo que todos, inclusive clientes y proveedores desarrollan actividades de mercadeo para las organizaciones, y que hay que monitorear ese posicionamiento y estar preparados para ajustarlo (reposicionar) cuando sea necesario, ya que la constante del cambio hace que ello sea un imperativo mercadológico; pero hay que hacerlo a tiempo, en el momento indicado, lo que exige un seguimiento minucioso de los ciclos de vida de la oferta y de la organización.

Otro reto es el mantenimiento del mercado, pues hay que entender que “nadie es eterno en el mundo”, que la competencia no está quieta, y que la oferta seguirá siendo más amplia cada vez, por lo que hay que recordar que los planes de mercadeo se fundamentan en mantener, atraer nuevos y generar los futuros clientes.

Hay más, según cada caso.