.
Analistas 03/12/2025

El comercio no empobrece

Camilo Guzmán
Director ejecutivo de Libertank
Camilo Guzman

Hace unos días, en un debate sobre aranceles, un dirigente gremial escribió en X una frase que recoge mucho del pensamiento mayoritario en Colombia, una idea falsa y peligrosa que se repite una y otra vez: “comerciar con China produce riqueza allá y pobreza acá”. No importa si habla de China, de Estados Unidos o de cualquier otro país: la idea de fondo es la misma, que el libre comercio es una amenaza. Detrás de esa afirmación hay una convicción antigua, casi instintiva, pero equivocada: creer que la riqueza y el comercio son un juego de suma cero, donde alguien solo puede ganar si otro pierde.

Esa mentalidad, heredada de épocas en las que la riqueza se medía en metales preciosos guardados en cofres, sigue dominando buena parte del debate colombiano. Es la misma lógica que alimenta frases como “importar destruye la industria” o “comprar cosas de afuera nos empobrece”. Todas parten del mismo error: asumir que la riqueza es una torta fija y que cada pedazo que otro obtiene es un pedazo que nosotros perdemos.

Pero la economía moderna funciona de otra manera. El comercio no es una guerra silenciosa entre compradores y vendedores. Es un intercambio voluntario en el que ambas partes ganan, siempre. Todos los intercambios libres y voluntarios son mutuamente beneficiosos: cada quien entrega algo que valora menos para obtener algo que valora más. Y esa diferencia de valoración es lo que crea riqueza. Cuando usted compra una camisa, lo hace porque valora más la camisa que el dinero que entrega. Y la tienda la vende porque valora más ese dinero que la camisa. Si alguna de las dos partes sintiera que pierde, el intercambio simplemente no ocurriría. Ese pequeño acto es la esencia del comercio. Ambos mejoran su bienestar.

Ahora multiplique esa lógica por millones de personas, miles de empresas y cientos de sectores productivos. Eso es el comercio internacional. No es una lucha entre naciones, ni un proceso de “transferir” riqueza de un lado al otro. Es una red gigantesca de intercambios donde cada participante obtiene algo que valora más de lo que entrega. El resultado es un pastel que crece. Por eso, cuando alguien afirma que comerciar “empobrece”, lo que realmente está diciendo es que prefiere un país más caro, menos productivo y con menos opciones. Un país que intenta producir todo por sí mismo termina pagando más, innovando menos y condenando a sus ciudadanos a un nivel de vida más bajo.

El comercio no destruye riqueza: la multiplica. Y la evidencia histórica es contundente. Las sociedades más abiertas al intercambio han sido siempre las más prósperas, las más innovadoras y las que más rápido han reducido la pobreza. No porque “ganen” frente a otros, sino porque entienden que en un mundo de cooperación voluntaria todos pueden ganar al mismo tiempo.

Insistir en ver el comercio como una amenaza es quedarse atrapado en un mundo que ya no existe. Un mundo donde la riqueza no se creaba, se obtenía, o heredando o robando. Hoy, la riqueza se crea cuando las personas cooperan, intercambian y sirven a los demás. Ese es el juego de suma positiva que enriquece a cualquier sociedad.

En mi libro ‘Cómo Enriquecer a Colombia’ desarrollo estas ideas con más profundidad. Si algo de esta columna desafió sus intuiciones, ahí encontrará argumentos más completos para pensar el país con una mentalidad distinta.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 11/12/2025

De tumbo en tumbo

Lo bueno de este panorama es que los gritos de Petro en su cuenta de X -o en sus desatinados discursos- ya no los escucha nadie. Su voz empieza a desaparecer

ÚLTIMO ANÁLISIS 12/12/2025

Bajo desempleo y la ilusión del mercado laboral

Si la fuerza laboral se reduce, la tasa cae aunque el país no esté generando trabajos nuevos o decentes. Eso es lo que vivimos. La Tasa Global de Participación descendió hasta 63.9% en octubre

ÚLTIMO ANÁLISIS 13/12/2025

De mercadeo y más, para pensar (2)

“Aquellas empresas que se relajen al mundo menguante de los bienes y servicios quedarán irrelevantes. Para evitar este destino, debes aprender a montar una experiencia rica y cautivadora”. B. Joseph Pine II