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Hace algunas décadas, un profesor de economía en Dartmouth analizó por qué unas naciones se volvían ricas y otras no. Su conclusión fue simple pero poderosa: la diferencia está en la rapidez con la que adoptan nuevas tecnologías.
Esa misma lógica se aplica hoy al mundo empresarial. Las compañías que se convierten en las más valiosas son, en esencia, las que hacen de la tecnología su núcleo y la integran en su propuesta de valor.
Hoy, ocho de las diez empresas más valiosas del mundo son tecnológicas. El mensaje es claro: el futuro pertenece a quienes dominan la innovación.
Las únicas excepciones son Saudi Aramco y Berkshire Hathaway, aunque incluso ellas utilizan tecnología de manera intensiva.
Si retrocedemos 50 años, al ranking de 1975, apenas dos de las diez más valiosas eran de base tecnológica. Pero lo inquietante es que ninguno de aquellos diez líderes de 1975 figura hoy en el top 10. Una lección clara: quienes no se adaptan, desaparecen de la cima.
Hoy enfrentamos la disrupción tecnológica más grande de nuestra generación: la inteligencia artificial y sus agentes.
Kathy Wood, de ARK Invest, lo resume así: “La IA será tan o más disruptiva que el internet”. Incluso anticipa que los agentes de IA reemplazarán a las apps como la principal vía de interacción con los usuarios.
El mensaje es claro: el futuro de tu empresa dependerá de qué tan rápido adoptes la IA. Si aún dudas, mira dónde invierten los gigantes: Microsoft, Amazon y Google destinan entre 60% y 80% de su flujo de caja a proyectos de inteligencia artificial.
Las empresas centradas en IA están batiendo récords de crecimiento y valoración:
OpenAI, creadora de ChatGPT, pasó de US$20.000 millones a US$300.000 millones en apenas dos años.
Lovable, startup sueca de IA, alcanzó US$100 millones en ingresos a solo ocho meses de fundada, el crecimiento más veloz de un software en la historia.
Midjourney, con apenas 11 empleados, ya factura más de US$50 millones anuales.
Estos casos no significan que todas las compañías deban transformarse en startups de IA. De hecho, yo creo que la IA debe ser vista como el medio sobre el cual hacer tu empresa más productiva. No como el fin. Pero sí confirman que la inteligencia artificial va a marcar el camino sobre el cual las empresas se vuelven más valiosas.
Sea cual sea el sector -hidrocarburos, banca, medios de comunicación o las Pyme de servicios-, el momento de incorporar IA es ahora. Desde procesos internos hasta la relación con los clientes, la adopción marcará la diferencia entre crecer o quedarse atrás.
La IA no solo promete ser la tecnología más disruptiva de nuestra generación; también puede ser el gran nivelador, capaz de permitir que empresas con menos recursos compitan de tú a tú con gigantes globales.
La lección de la historia es clara: los países y empresas que quieran ser los más valiosos deben abrazar las nuevas tecnologías con decisión y rapidez. Y la tecnología del hoy y del mañana es la inteligencia artificial y sus agentes.
Los equipos deben recordar que también hay que mejorar el producto, contratar mejor optimizando el recurso para no caer en un campeonato en donde vienen a retirarse los grandes jugadores que ya no caben en ligas competitivas por edad
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