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Analistas 18/04/2023

Efectos de la reforma pensional

Andrés Felipe Londoño
Asesor en transformación digital legal de servicios financieros

Muchos colombianos han optado por seguir sus vidas como si nada, creyendo que las Petro-Reformas que avanzan en el Congreso nada tienen que ver con ellos. Lo cierto es que estas reformas ponen en riesgo los cimientos de un Estado basado en ideas liberales y en una economía de mercado fundada en la competencia.

En particular, la reforma pensional creará impactos profundos y duraderos que afectarían la vida de todos:
Primero, obligará a los colombianos a participar en una pirámide pública legalizada y a asumir las consecuencias de su insostenibilidad. Con el sistema propuesto, se incluyen elementos subsidiados como el pilar solidario y el semi-contributivo, que ampliarían el pasivo intertemporal no financiado actual de 110% del PIB a 250%, según JP Morgan y Anif.

En palabras sencillas, los colombianos quedaríamos condenados a pagar cada vez más impuestos para financiar los déficits crecientes del sistema o a asumir bruscas disminuciones en el monto de las mesadas pensionales para poder adaptar las falsas promesas a la realidad financiera. El lema debería ser: “prometa hoy, consiga con qué pagar después”.

Segundo, la reforma pensional nos empobrecerá al ejercer una presión constante frente a la devaluación del peso colombiano porque: (i) desviaría 88% del flujo anual de aportes que actualmente son invertidos por las AFP en activos admisibles locales y extranjeros hacia el pago directo de pensiones y al misterioso designio del gobierno en el manejo de la caja; (ii) desincentivaría la llegada de divisas extranjeras al mercado de valores colombiano al reducirse su volumen de negociación y liquidez; (iii) aumentaría el riesgo país al perderse transparencia en el manejo del ahorro pensional dado que gran parte de la gestión de los recursos quedaría en manos del Gobierno, quien sería juez y parte en su administración.

También (iv) crearía fuertes incentivos para un mayor gasto fiscal financiado con emisión de deuda, teniendo a los colombianos como compradores forzosos, dada la obligatoriedad de aportar al pilar contributivo los flujos hasta de 3 Smmlv; y (v) agravaría los fuertes desbalances de nuestra economía evidenciados en el déficit fiscal (hoy de -4,4% del PIB) y déficit de balance de cuenta corriente (hoy de -4,7%), dada su insostenibilidad financiera creciente. Todo lo anterior aportaría a que el peso colombiano acelere su pérdida de poder adquisitivo frente a otras divisas, empobreciendo a todos los colombianos.

Tercero, la reforma abriría una enorme puerta a la corrupción estatal al dejar en manos de políticos y burócratas la administración del ahorro pensional, sin alternativa alguna. El actual incentivo del Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad de maximizar la rentabilidad de la inversión del ahorro pensional se sustituiría por el incentivo de los políticos de Colpensiones y sus patrones para desviar su utilización hacia designios con dividendos políticos cortoplacistas y al sobreendeudamiento del Estado, dada la artificial disponibilidad de recursos por una demanda cautiva.

En suma, los colombianos quedaríamos condenados a ver cómo nuestros aportes duramente trabajados no serían de nuestra propiedad, no nos garantizarían recibir nada en el futuro y podrían ser utilizados para que políticos se hagan populares dilapidándolos en nombre de la elusiva y siempre manipulable “justicia social” o simplemente sean robados.

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