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El poeta Álvaro Mutis, en Canción del Este, escribió este bello verso; "...a la vuelta de la esquina, te seguirá esperando vanamente, ese que no fuiste, ese que murió de tanto ser tú mismo lo que eres..."
Petro, piensa en darte la oportunidad a ti mismo de dar la vuelta a la esquina; qué tal que allí encuentres "tu breve dicha sobre la tierra", así concluye su poema Mutis, y te topes con la mejor versión de tu búsqueda vocacional y de tu posible legado en la historia política del país, legado que ciertamente, hoy por hoy, está enbolatado, por la crisis ética y estética de gobernabilidad por la que atraviesa el gobierno bajo tu dirección.
Despetrifícate un poco y déjate ayudar; tal vez cuando creías tener respuesta para todo, el mundo te está cambiando las preguntas.
Las movilizaciones ciudadanas que se vienen realizando con espíritu pacífico y democrático desde septiembre del año pasado, incluida la del martes 20 de junio de 2023, son expresión de un pueblo firme en el cuidado de sus instituciones democráticas y nada tienen que ver con golpes blandos.
Quienes a esas movilizaciones concurrimos lo hicimos sin capuchas y sin vandalismos, con mensajes claros, como debe ser el verdadero rostro y talante de la democracia; intentar no ver, desoir, y despreciar esas movilizaciones, ciertamente hace daño al país, pero éste es resiliente, en cambio, lo que sí que queda a las puertas de ser dañado de manera implacable e irremediable, es tu legado político.
Déjate ayudar Petro. Evita que tu guardia pretoriana, o “petroriana” si quieres, te siga aislando de los propios miembros de tu equipo de gobierno y del diálogo sincero, edificante y puntual con la sociedad civil, sus gremios, sus sindicatos, sus centros de estudios, sus medios de comunicación.
Que los encargados de construir consensos políticos no jueguen a sonsacar parlamentarios de los partidos y negociar prebendas al menudeo; trata que el diálogo con esos partidos sea, no para el negocio electorero y burocrático, sino para promover verdaderos emprendimientos sociales y políticos que se traduzcan en acuerdos programáticos transparentes para la sociedad colombiana.
Los partidos de oposición como el Centro Democrático y Cambio Radical, han sido edificantes en sus cuestionamientos; paradójicamente, de ellos pueden salir luces claves para el futuro de reformas que buscas.
El Partido Liberal a través de su Presidente, César Gaviria, preocupados por la legitimidad de tu gobierno, ha ofrecido apoyo en el marco de unos términos claros de defensa de la institucionalidad.
Los gremios de la producción y sus líderes también han jugado limpio; defendiendo legítimamente su autonomía, como es necesario en democracia, han expresado su disposición de construir sobre lo construido y rectificar lo que sea necesario, siempre bajo la premisa del diálogo constructivo.
Esos que tu llamas "burócratas de apellidos ilustres" bien pueden ser personas claves para construir alianzas público privadas, como las que propone Mariana Mazzucato, para abocar misiones de interés común.
Los gremios agropecuarios, tanto en la lucha contra el hambre y la inflación, como en materia de formalización y acceso a la propiedad rural y la gestión ambientalmente sostenible del territorio y de los recursos hídricos, han manifestado siempre su vocación de servicio. Escúchalos, concerta con ellos.
Los gremios del sector comercial, industrial y financiero han hecho otro tanto para concurrir en temas referidos a la productividad, mejoramiento del empleo y la sostenibilidad integral en Colombia. Escúchalos, concerta con ellos.
Cómo no escuchar a varios sectores sindicales y centrales obreras, que, desde su autonomía, invitan a la reflexión inteligente sobre el manejo de la transición energética y a la necesidad de lograr acuerdos entre sectores del trabajo y empresariales para profundizar los retos asociados a la democratización del país. Escúchalos, concerta con ellos.
Universidades públicas y también privadas se han mostrado dispuestas para mejorar cobertura y calidad en educación superior, retos no se reducen a meras ampliaciones de infraestructura física. Escúchalos, concerta con ellos.
La conectividad territorial, digital y aérea necesita de audaces alianzas entre las políticas públicas y las gestiones de empresas privadas con músculo financiero y técnico; para nada contribuyen las exacerbaciones de ánimos y el cambio de reglas jurídicas que den estabilidad a la malla empresarial del país.
Petro, como dice mi tocayo Alfredo Saade, voluntario pastor de Palacio, levántate, pero no para romper la institucionalidad democrática apelando a unas asambleas populares y una nebulosa constituyente; levántate para dialogar de nuevo, sin cartas debajo de la manga, con la sociedad civil primero y con partidos políticos después, para serenar la crisis de gobernabilidad que hoy vive el país.
Despetrifícate del Petro que hasta ahora conoce el país, emula al Presidente Boric que valientemente ha reconocido en el régimen de Maduro un violador de DDHH; levántate y supera esa guía casi tutelar del oprobioso régimen vecino que hoy se cierne sobre ti.
Lo más contrario al amor no es el odio, sino el miedo y la incapacidad de escuchar; tú, que hablas de la tal política del amor, deja el miedo y escucha.
Los caracteres que me permiten en esta columna no me alcanzan para contarte la fábula del pollito, el águila y la vaca, pero que alguien te la cuente o yo mismo te la cuento de ser posible; contrario a una de las moralejas de esa fábula te diría, que hoy es hora de piar, con la certeza de que el firme y valiente pueblo colombiano que protege su democracia, hasta es capaz de salir a cuidar al pollito que hoy representas en estos trances difíciles por lo que atraviesas.
Viva Mutis.