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Analistas 26/01/2019

Colaboración generativa

Aldo Civico
Antropólogo y estratega de liderazgo
Analista LR

Decía Thomas Jefferson que si dos personas se juntan e intercambian un dólar, ambas se van con un dólar, pero si dos personas se juntan e intercambian una idea, ambas se van con, al menos, dos ideas.

La frase bien ilustra el potencial que hay en la colaboración. Ahora bien, no todas las colaboraciones logran la misma calidad de resultados. De hecho, hay una diferencia fundamental entre la colaboración ordinaria entre miembros de un equipo y una colaboración generativa. Con un ejemplo podemos demostrar cual es esta diferencia.

Hace algunos años, una importante multinacional de las comunicaciones sabía que para poder seguir compitiendo tenía que desarrollar un nuevo producto para un importante segmento de su mercado. Por eso, la compañía creó un equipo de 1.000 personas para desarrollar, en el menor tiempo posible, este producto. Con sorpresa, y con algo de vergüenza , descubrieron que un competidor había logrado desarrollar un producto similar en menor tiempo y a un menor costo. Pero lo que más los asombró fue que el competidor logró un alto rendimiento con un equipo de solo 20 personas. ¿Cómo fue posible que 20 personas lograran superar a un equipo de 1.000 personas?

La diferencia es lo que Robert Dilts llama colaboración generativa. De hecho, el equipo de 1.000 personas había operado en silos, viviendo aislados. Cada miembro del equipo trabajaba enfocado solamente en la tarea que el director del proyecto le había asignado. Cada empleado era visto como una parte esencial de un motor.

Por el contrario, el grupo de 20 personas estaba liderado por una persona que logró contagiar a todo el equipo con su pasión por la visión del proyecto. Este líder se veía más como un generador de innovación, y fomentó la comunicación y la interacción constante entre todos. Retaba al equipo para que cada uno diera lo mejor de sí mismo y pensara de manera diferente, no convencional. Los estimulaba a lograr la excelencia. Como solía decir Steve Jobs: “la innovación no tiene nada que ver con cuántos dólares tienes, se trata de las personas que tienes, cómo diriges y cuánto consigues”.

Como la combinación de dos átomos de hidrógeno y uno de oxigeno generan el elemento del agua, de manera similar, como lo demuestra el éxito logrado por el grupo de veinte personas, una colaboración generativa es el producto de una mente colectiva, de un campo relacional donde el conocimiento de cada miembro se combina para lograr una creatividad colectiva más amplia, que no sería posible sin la participación de cada miembro del equipo.

En otras palabras, la individualidad y la pasión de cada miembro del equipo es necesaria para obtener una colaboración generativa. Como dice Robert Dilts, sobre la colaboración generativa, “el rendimiento y el resultado de un grupo en su conjunto es mayor que si los miembros estuvieran trabajando por su cuenta”. Es esta calidad de colaboración que ha logrado las innovaciones más extraordinarias de las últimas décadas. Porque, como decía Aristóteles, el todo es más grande que la suma de sus partes.

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