.
Analistas 15/11/2013

El famoso “dividendo de la paz” no existe

Alberto J. Bernal-León
Jefe De Estrategia Global, XP Securities
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

El senador Roy Barreras decía el otro día en un programa de televisión, que los colombianos que no nos emocionamos con el hecho de que representantes del grupo genocida de las Farc vayan a la Cámara de Representantes, somos unos “guerreristas” que solo vamos a quedar contentos una vez se lleve a cabo el “exterminio total” de los niños que están en la guerrilla. Claramente, en la Colombia de hoy, en la del patético “mi aporte es creer,” es un pecado mortal pensar que solo la gente que respeta las reglas de la humanidad debe representar al pueblo dentro del aparato político. Si yo me pusiera a argumentar en Canadá que el autor intelectual del bombardeo de una iglesia llena de niños debería llegar al Congreso porque “mi aporte es creer” me internarían en un manicomio. En Colombia, el que no está de acuerdo con que el genocida de alias ‘Iván Márquez’ llegue al Congreso, es un tipo con tendencias de “exterminador”.

Uno de los argumentos que también le gusta utilizar al Dr. Barreras es el de comentar que una vez se firme la supuesta paz con las Farc, Colombia va a recibir un inmenso “dividendo de la paz”. Bueno, como diría el Presidente, ese “famoso dividendo de la paz no existe”. “Guerrerista” y “exterminador” me dirá el senador Roy Barreras, pero la simple realidad es la siguiente: Según la mayoría de los estudios serios que existen al respecto, casi 90% del PIB de Colombia se produce en zonas no afectadas por el terrorismo de las Farc. Ahora, una vez se firme la paz de Santos con los genocidas de las Farc, ese restante 10% de las zonas del país, muy seguramente no van a recibir ni un centavo de inversión privada, obviamente, asumiendo que efectivamente el pueblo colombiano acepta que estas zonas se conviertan en zonas de reserva campesina con circunscripción especial. El lector dirá, pero “señor Bernal, y de dónde diablos saca eso?” Pues muy sencillo: si el Incoder, que claramente le responde a Iván Cepeda y amigos, y que después de la firma de la “paz” le va a responder aún más, decide que la agroindustria de Efromovich y un prívate equity de New York no es bienvenida, qué capitalista en su sano juicio se va a atrever a invertir millones de dólares en zonas gobernadas por los ideales de los criminales de las Farc? 

El senador Roy Barreras también habla del hecho que el gasto en defensa bajará. Pues le tengo noticias al Senador. Es de un infantil ridículo pensar que los criminales de las Farc van a dejar su negocio del narcotráfico. De verdad el Senador piensa que un cabecilla del Bloque Sur de las Farc va a aceptar pasar de ganarse varios millones de pesos al mes narcotraficando a ganarse $600.000 al mes sembrando cilantro? De verdad el Senador piensa que las Farc van a renunciar a mantener las líneas de narcotráfico que hoy tienen con el cartel de Sinaloa en México y el cartel de los Soles en Venezuela? Que las Farc firmen la paz, Dr. Roy, no implica que se pueda disminuir el tamaño de la Fuerza Pública. La Fuerza Pública nacional va a necesitar mantener todo su poderío militar para combatir a las FarcCrim y a todos esos grupos de malandros que se nos vienen. 

La política que de verdad generó un “dividendo de paz” inmenso fue la política de la seguridad democrática y la confianza inversionista, una política que logró incrementar la tasa de inversión contra PIB de Colombia de 13% a 28%, ayudando, de esa forma, a incrementar el crecimiento potencial anual del país de un 2% a un 5%. Ese cambio estructural que vivió Colombia es el génesis de todas las mejoras que se han visto en el país en la última década, es el génesis del grado de inversión, el génesis de la mejora en el recaudo fiscal, y por lo tanto el génesis del incremento que hoy se ve en el gasto de infraestructura. La autoridad y la recuperación del monopolio de la fuerza en manos del Estado, la base fundamental de la seguridad democrática, es el génesis del dividendo de la paz que ha vivido Colombia desde 2002 y que hoy pareciera estar reduciéndose por culpa de la implementación de una política más permisiva en contra del crimen organizado que tanto daño le ha hecho a la sociedad.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA