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Los bloques plásticos de Lego probablemente estén entre los juguetes más recordados y queridos por los adultos. La historia los transforma, ahora, no sólo en un aliado clave para los chicos, sino también para las empresas y sus directivos, que los utilizan, cada vez más, como forma de fomentar la integración, la innovación y la creatividad. Y no sólo eso, sino que el gerenciamiento de la empresa, de origen danés, también es tomado como caso de éxito por las universidades y expertos en management.
¿Qué es posible hacer con un Lego en la empresa? Tal vez no todo, pero casi todo, dicen los creadores de Lego Serious Play, una firma de consultoría de Dinamarca que utiliza los bloques de Lego para fomentar el pensamiento creativo en la empresa. Según prometen, Lego permite crear no sólo figuras y objetivos, sino, también, metáforas de la identidad organizacional y de las experiencias cotidianas, que muchas veces necesitan mejoras. Según la técnica, aplicada por facilitadores in-company, recreando con los legos escenas cotidianas, los mismos jugadores pueden darse cuenta de cómo menorar procesos internos.
El método se describe como un proceso apasionante y práctico para la construcción de la confianza, el compromiso y la visión empresaria entre los empleados. Pese a cómo suena, el método no es improvisado. Su fundador, Johan Roos, es presidente de la Copenhagen Business School, y creó el sistema mientras estudiaba en la escuela de negocios IMD, de Suiza, que se encargó de estudiar si realmente el sirve (ver recuadro).
Lecciones de liderazgo
John Kotter, best seller en management y director de la consultora Kotter International, dice que no hay otra cosa más parecida entre hacer coaching a empresarios y enseñarle a una hija a jugar con los ladrillos Lego. Por eso, escribió cinco lecciones de liderazgo que aprendió usando los juguetes. ¿Quién no se ha dejado seducir por la imagen que toda caja de Lego proyecta de lo que se podrá construir?, comienza, y explica: Lo mismo ocurre con los ejecutivos que empiezan a diseñar sus ambiciosas estrategias. La imagen final es la que hace que las personas se enamoren de la idea y les motive para lograrlo. En otras palabras, los líderes deben que mostrar un objetivo final, que atraiga y cautive a los demás.
La segunda lección hace hincapié en que, en Lego, hay piezas intercambiables: La rigidez y la falta de flexibilidad en Lego y en la vida real no son buenas opciones. No siempre encajan todas las piezas. En tercer lugar, dice que las instrucciones están para ayudarnos, aunque hace una salvedad: Hay casos en los que no se puede echar mano de ellos porque no están hechos para adaptarse a cada caso particular. Con Lego, las consecuencias de que salga algo mal son nulas, mientras que en las empresas sí que se corren verdaderos riesgos.
Menciona, a continuación, que siempre es más divertido trabajar en equipo. ¿Por qué? Según Kotter, porque es más fácil repartir 100 horas de trabajo, que acumular tu sólo las 100 horas. Se cruzan diferentes perspectivas y experiencias que hacen el trabajo más dinámico. Por último, destaca que el producto final depende de la imaginación de quien esté jugando, que sepa combinar varias cajas de Lego y generar un producto final mejor.
Lego como empresa
La llegada de los videojuegos y de Internet como forma de entretenimiento infantil golpeó la raíz productiva de Lego, una empresa danesa fundada en 1934. Sin embargo, la firma es tomada como referente en innovación. El caso suele ser mencionado por John Hagel III y John Seely Brown, ejecutivos de Deloitte en su Center for the Edge, un centro que busca identificar oportunidades de negocios en temas emergentes.
En agosto, Hagel y Seely Brown publicaron un artículo llamado What every company can learn from Lego (Lo que todas las empresas pueden aprender de Lego), en el que destacaron el funcionamiento de la Lego Mindstorms Community, una plataforma de intercambio entre fans de robótica, de la que pueden participar aficionados desde los 12 años. Por medio de competencias internas y ayudas propias, los miembros pueden formar parte de un equipo más exclusivo y ayudar a definir nuevos productos e ideas de Lego.
¿Por qué es tan importante? La mayoría de los ecosistemas de negocios de hoy son estáticos. Se centran en la coordinación de un conjunto fijo de recursos entre un número limitado de participantes. Pero las empresas pueden recurrir a esas comunidades y transformar sus ecosistemas en dinámicos. La atracción de lo lúdico y de una marca que genera nostalgia, para Lego, le está dando resultado, finalizan.