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Un líder moderno y eficaz requiere una mezcla de cualidades intelectuales - la habilidad de pensar analítica, estratégica y creativamente - y emocionales, incluyendo el conocimiento propio y la empatía. En breve, el gran liderazgo empieza con ser un ser humano entero.
Conozco muchas más mujeres que hombres con esta combinación de cualidades, especialmente en lo que respecta a la inteligencia emocional y social.
En un grado importante, es un reflejo de las limitaciones que los hombres desarrollan casi inevitablemente en una cultura que mide por la habilidad para proyectar confianza, ocultar lo que estamos sintiendo y definir quiénes somos por nuestra capacidad para prevalecer sobre los demás.
La vasta mayoría de los ejecutivos sénior que he conocido durante la última década son hombres con justamente estas limitaciones. La mayoría se resiste a la introspección y menosprecia la conexión entre cómo se siente la gente y cómo se desempeña.
No estoy sugiriendo que el género garantice o impida alguna cualidad específica. Pero en su mayoría, las mujeres (más que los hombres) aportan al liderazgo un rango más completo de las cualidades que necesitan los líderes modernos, incluyendo el conocimiento propio, la humildad y la autenticidad.
No soysólo yo quien piensa así. En un estudio de 2,250 adultos conducido por el centro PEW, las mujeres fueron mejor calificadas en un rango de cualidades de liderazgo incluyendo honestidad, inteligencia, compasión y creatividad.
Y aún así, en 2011 las mujeres sólo ocuparon 14% de los cargos ejecutivos sénior de las compañías de Fortune 500, porcentaje que apenas se ha movido en la última década.
¿A qué se debe esto?
Hay muchas respuestas, incluyendo el hecho de que incluso las mujeres con más estudios típicamente se hacen cargo del papel primordial al criar a sus hijos. Pero tal vez la explicación central es que los hombres comúnmente aportan más de una capacidad clave en la competencia por los cargos de liderazgo sénior: la agresión. Y siempre que el camino al poder esté conectado con demostrar que una persona es la más grande y mala, no sorprende que los hombres sean los que más han prevalecido.
Necesitamos una nueva generación de líderes - hombres y mujeres - que acepten voluntariamente a sus contrarios.
Los valores como ventaja de las líderes
Los actuales escenarios mundiales nos indican que se debe tomar en cuenta el rol que la mujer viene desempeñando en el ámbito político, social, educacional, empresarial, pues su gestión proporciona una información valiosa de cómo se ha integrado al rol de lider. Ahora, las habilidades de dirección requeridas para alimentar un mayor desempeño son mucho más matizadas. Es por ello que se necesita un mayor número de mujeres que tenga el coraje de admitir cómodamente sus limitaciones y que ayude a sus subordinados a sentirse valorados en lugar de inadecuados. Necesitamos más mujeres que tengan el coraje de apoderarse por completo de sus fortalezas y que lideren con aplomo mientras se aferran a su humildad.
