Estrategia, la actitud de líderes exitosos

Seguramente, usted es un líder con características físicas y emocionales innatas que le han permitido tomar el mando en cualquier lugar, pero ¿qué significa tener pensamiento estratégico para dirigir? Quiere decir, que tendrá que calcular cuidadosamente las opciones necesarias para hacer crecer a su compañía, con un estilo dinámico natural y con alto nivel de compromiso y duro trabajo.

Tenga en cuenta que cada vez menos se presenta el estilo de dirección arbitraria, autoritaria y dictatorial. Las siguientes pistas pueden acércalo a ser ese alto directivo admirable y audaz que tanto se necesita.

Decisiones eficaces
Tome decisiones eficaces que beneficien la productividad de la compañía gracias a su visión “del todo”. Sin dejar de ver el cuadro general, enfóquese en los detalles clave. Esto le proporcionará la seguridad necesaria para tomar riesgos calculados que lo acercarán a cumplir los objetivos de la empresa. En efecto, si usted se fija en detalles que otros no advierten, puede sacar ventaja de las nuevas oportunidades cuando se presentan.

Comuníquese eficazmente
Comuníquese eficazmente con sus colaboradores, compradores y clientes. Esta es una de las habilidades más admiradas por la gestión humana, puesto que significa conseguir que su punto de vista sea aceptado de tal manera que motive a sus trabajadores, lo cual le ayudará a que estos lo sigan voluntariamente hacia el cumplimiento de los objetivos estratégicos de la organización. El respeto y la confianza son dos grandes cualidades del líder del equipo que se logran con la comunicación asertiva.

Inspire a la gente
Sea la fuente de inspiración y fortaleza de sus colaboradores. Este es un gran rasgo distintivo de liderazgo que se logra con el tiempo, una vez usted ha tomado un papel dinámico en su compañía que seguramente le ha permitido conducirla por la senda de la competitividad. Cuando se es el motor del equipo de trabajo no es permitido mostrar signos de debilidad. Por el contrario, el “jefe” debe brindar todo un derroche de personalidad que genere motivación en sus colaboradores y perseverancia para continuar con las metas propuestas.

Defina objetivos
Determine los objetivos de la organización. Teniendo claridad estratégica y sabiendo para donde se quiere ir, el paso siguiente es definir y acordar los objetivos estratégicos de la organización. No olvide asegurar que estos sean comunicados, entendidos y acogidos por todas las personas de la empresa.

Prepárese para los cambios
Finalmente, maneje la resistencia a los cambios. Cuando piensa estratégicamente reconoce que crear planes de acción estáticos y permanentes para su compañía no es necesariamente lo más adecuado, puesto que esté bien claro que lo único permanente hoy en día, es el cambio.