El arte de emprender

El emprendimiento se presenta como una respuesta contundente frente a la incapacidad del  capitalismo para generar una mayor equidad. El emprendimiento es para todos en la medida en que los jóvenes pueden convertir su sueño en una realidad empresarial sin considerar    antecedentes empresariales, género, estrato socioeconómico, capacidades físicas e intelectuales. Incluso el emprendimiento lo podemos valorar no solo como un derecho sino como una obligación  en donde la escasez de un trabajo decente se ha convertido en una constante en la economía colombiana.

Si bien es cierto en Colombia contamos con una tasa de creación de empresas significativa, su sostenibilidad es baja fruto de la convergencia de múltiples factores; por ejemplo las dificultades de financiamiento, la concentración de activos empresariales, la alta carga tributaria e imperfecciones en los mercados. Adicionalmente los jóvenes emprendedores deben enfrentar un entorno más complejo como resultado de la consolidación del comercio internacional, la nueva concepción de tiempo y espacio, la innovación permanente, la redefinición del Estado y la alta velocidad del cambio. 

Los desafíos para Colombia son múltiples, sin embargo dos de ellos (uno nivel micro y otro macro) deben considerarse como ruta crítica para la generación de las condiciones propicias para el emprendimiento:

Fortalecimiento de los procesos pedagógicos de emprendizaje (aprender a emprender)

No existe el GEN del emprendimiento. Por el contrario, todos los jóvenes pueden ser emprendedores aprendiendo de todo lo que los rodea con una mediación pedagógica desde la familia, amigos, centros de formación, entre otros, que les permita interpretar y valorar sus experiencias para transformarlas en oportunidades de emprendimiento.

Iniciativas en Colombia como la Ley  1014 de 2006 para fomentar la cultura del emprendimiento desde la educación preescolar, han motivado a las instituciones de Educación a explorar estrategias pedagógicas innovadoras para el desarrollo de competencias emprendedoras en los jóvenes, tales como pensar fuera de la caja, trabajo en equipo, perseverancia, entrega sin límite, pensamiento global, innovación, uso y apropiación de las Tic’s, entre otras.   La atracción de futuros emprendedores, su retención y maximización de su talento se convierte en un factor diferenciador para la competitividad en Colombia. Por tanto el esfuerzo por conseguir los mejores formadores, la consolidación de alianzas nacionales e internacionales, la incorporación de las Tic’s en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la sostenibilidad de los programas de emprendimiento, debe ser prioridad en la política educativa colombiana, en donde la sinergia entre el sector privado y público puede generar experiencias exitosas y de alto impacto.

Consolidación de espacios propicios para el  emprendimiento

Es cierto que las oportunidades de emprendimiento se encuentran en todas las regiones del mundo, sin importar su grado de desarrollo económico, cultura, estabilidad macroeconómica, seguridad, etc. Sin embargo, Colombia debe tener la capacidad para generar las condiciones exógenas pertinentes que favorezcan la actitud emprendedora de los jóvenes con posibilidad de generación de riqueza.

La calidad y pertinencia de la infraestructura (carreteras, servicios públicos, etc.) se convierte en un factor clave para el emprendimiento. Proyectos ambiciosos de largo plazo como la infraestructura de 4G reflejan su prioridad en la agenda nacional, sin embargo su rezago representa desafortunadamente para los jóvenes emprendedores una externalidad negativa que incluso en el corto plazo los distrae de su foco empresarial.