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Muchos líderes usan analogías deportivas para intentar motivar a sus empleados. La realidad es que los deportes son una terrible metáfora para las empresas. ¿Por qué? Primero, lo que hace que el fútbol o el básquetbol sean tan emocionantes es que cada juego y cada temporada solo tiene un ganador. En el mundo de los negocios, virtualmente toda industria tiene espacio para abundantes ganadores. A las compañías más exitosas les preocupa menos aplastar a la competencia que deleitar a sus clientes. En segundo lugar, el trabajo en equipo en la mayoría de los deportes se da entre jugadores cuyas carreras son cortas y cuyas lealtades duran lo mismo que sus contratos. Las compañías deberían estar enfocadas en el largo plazo, en atraer a la mejor gente a su campo y en crear un ambiente donde gente excelente trabaje lo mejor que pueda año tras año.
El paso de una cultura jerárquica a una horizontal requiere redefinir el liderazgo, mientras afloran los beneficios de la colaboración
Instituciones como los Andes, la Javeriana y el Rosario ofrecen MBA; uno de los más costosos del país tiene un costo de $150 millones
