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ALTA GERENCIA

De David Ricardo hasta Slim, empresarios que han formulado políticas

lunes, 28 de julio de 2014
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Andrea Carranza Garzón

Recientemente el multimillonario Carlos Slim reiteró su propuesta de trabajar tres días a la semana, 11 horas cada jornada y hasta los 75 años. Su proposición, sin duda, generó debate.

No faltó quienes la consideraron totalmente inviable y fue duramente criticada por sindicatos y hasta empresarios.

Aunque para algunos fue calificada como loca, para otros la idea es fantástica. Y no solo para los empleados, a quienes no les importaría que un hombre como Slim llevara las riendas de su país.

Además de ser expuesta en foros internacionales de economía, ha sido ampliamente difundida y debatida en los medios de comunicación. El pasado 23 de julio el periodista surafricano Michael Skapinker, editor asociado y columnista del Financial Times, escribió que le parecía una “gran idea”.

Skapinker decía que para muchos la propuesta podía sonar “loca. Pero muchos, en 1922, llamaron loco a Henry Ford cuando anunció que su personal iba a trabajar cinco días a la semana”.

La idea del hombre más millonario del mundo, según Forbes, caló. Su preocupación por mayor bienestar, mejor salud, a medida que la gente vive más, está a tono de estos tiempos en los que las ideas de magnates y empresarios como Slim son escuchadas.

Él, tenido en cuenta no solo como creador de riqueza, sino él como un formulador de política económica y social.

Ciertamente, el papel del empresario va más allá de la simple definición de diccionario: “persona que por concesión o por contrato ejecuta una obra o explota un servicio público” o del “titular propietario o directivo de una industria, negocio o empresa”.

No se trata de ser solo un asignador eficiente de los recursos, sino de aportar al desarrollo económico. El gurú de la competitividad Michael Porter lo plantea en su definición de valor compartido. Hace unos meses, cuando estuvo en Colombia, dijo que este concepto “representa la oportunidad que tenemos de transformar y mejorar las circunstancias de la sociedad a través de las empresas”.

Intervenciones como las de Slim ponen a pensar sobre el rol del empresario como agente económico y social. Desde el siglo XIX, el inglés David Ricardo ya encarnaba este papel de empresario de las finanzas, hombre de negocios y uno de los economistas más importantes de su siglo.

Ricardo, una vez amasó su fortuna en la bolsa de Londres y más tarde, como terrateniente y parlamentario se convirtió en uno de los fundadores de la economía política clásica y desarrolló la teoría del comercio internacional.

Recientemente, empresarios y multimillonarios como Bill Gates y Warren Buffett han lanzado propuestas de reducción de pobreza y han sido grandes donadores a través de sus fundaciones.

Desde Davos en Suiza, durante el Foro Económico Mundial, el fundador y presidente de Microsoft expuso en enero los mitos sobre la pobreza. Uno de estos afirma que los países pobres están destinados a seguir siéndolo.

Para él y su esposa Melinda Gates, quienes dirigen la fundación que lleva sus nombres, “el retrato global de la pobreza ha cambiado por completo”. Su predicción es que para 2035 no existirá un país pobre. Esto de la mano de la asistencia internacional.

Y uno de esos contribuidores es Buffett, quien hizo una donación por US$2.100 millones, es decir, lo que cuestan las 100.000 casas gratis o el equivalente a 0,5% del producto interno bruto de Colombia.

Además de la pobreza, al segundo hombre más rico de Estados Unidos le preocupa también la distribución de ingresos. En 2011, Buffet le dijo al Congreso que era tiempo de empezar a ser serios acerca del “sacrificio compartido”. La propuesta fue subir la tributación de los ultra-ricos en la primera economía del país.

Si bien la Regla Buffett, que proponía un impuesto mínimo de 30% para quienes tuvieran ingresos anuales superiores al millón de dólares, no fue aprobada en Estados Unidos, para Luis Fernando Mejía, director de Política Macroeconómica en el Ministerio de Hacienda, “abrió una discusión mundial sobre la importancia de contar con sistemas tributarios progresivos, en donde los que más ganan paguen proporcionalmente más”.

En Colombia, los empresarios tampoco han sido ajenos a ese rol. Se recuerdan nombres como el de Hernán Echavarría Olózoga, empresario, periodista y escritor antioqueño, divulgador del Keynesianismo en el país, quien apoyó y participó en temas clave de educación, como Radio Sutatenza, la creación de la facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, entre otros. Como él también se destaca al empresario antioqueño Nicanor Restrepo quien ha sido uno de los abanderados de pensar al empresariado como el creador de bienes públicos y de políticas sociales y económicas. Y más recientemente, Luis Carlos Sarmiento Angulo, con su propuesta de modernización de la justicia.

Las opiniones

Rosario Córdoba
Presidenta del Consejo Privado de la Competitividad (CPC)

“En el Consejo Privado de Competitividad hacemos las propuestas para hacer un país más productivo, alineadas con el interés general. Se requiere de la confianza del Gobierno”.

Luis Fernando Mejía
Director General de Política Macroeconómica en el Ministerio de Hacienda

“Una de las propuestas más interesantes por parte de un empresario fue la de Warren Buffett en 2011 sobre la necesidad de subir de manera importante la tributación de los ultra-ricos”.

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