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ALTA GERENCIA

Abismal brecha entre las áreas administrativas y técnicas

martes, 7 de marzo de 2017
Foto: 123RF
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Andrés Julián Gómez Montes

El año pasado me llamó poderosamente la atención, que pocos minutos después de presentar mis documentos, me llegó un email dándome la bienvenida al sistema Web de esta empresa. Lo preocupante es que en el correo electrónico decía cuál era mi usuario (mi email) y mi contraseña. De hecho, esta contraseña es una que yo creé hace muchos años, que uso para servicios sin mayor trascendencia (no es una de mis contraseñas seguras que utilizo para bancos, etc).

La razón por lo cual esto es preocupante, es que un laboratorio clínico maneja información sensible y altamente privada de sus clientes. Y un sistema que es capaz de saber cuál es la contraseña de sus usuarios, es una mala práctica y una inmensa brecha de seguridad.

En un sistema moderno de acceso de usuarios, que controle información sensible como contraseñas, tarjetas de crédito y otros, una porción de la información se encuentra cifrada en lo que se conoce como un algoritmo de una sola vía. Esto quiere decir, que si un sistema es seguro y mi contraseña por ejemplo es abcd1234 (que, de paso, esta contraseña nunca se debe usar), en el sistema un algoritmo convierte esto en algo que no se puede leer, como sjdhfhf435887q. De esta forma si en algún momento alguien se roba esta información, por ejemplo, un hacker, será muy difícil que pueda hacer gran daño con la misma. En cambio, si la contraseña no está cifrada, como todo indica que es el caso de este laboratorio, el hacker tendrá muy fácil su tarea.

Este tipo de situaciones sucede todo el tiempo y hay muchas razones para esto, desde malas prácticas de ingeniería, pero una de las más grandes, es que hay una brecha entre las áreas administrativas y técnicas en las empresas. Es cierto que hoy casi todo el mundo utiliza celulares, computadores y otras herramientas tecnológicas, pero la realidad, incluyendo las generaciones más nuevas, es que la mayoría de miembros de las áreas administrativas tienen un conocimiento demasiado básico sobre las tecnologías.

Del lado de las áreas técnicas, sucede algo similar. Puede que estas personas tengan un alto grado de conocimiento técnico, pero son pocos los que verdaderamente entienden de temas administrativos, como las estrategias, marketing, ventas y más. De hecho, es usual que estas áreas estén enteradas de los últimos adelantos del mercado, pero pocos piensan como empresarios y detectan en estas oportunidades comerciales.

En mi rol de consultor, en el cual sirvo de puente y traductor simultáneo entre ambas áreas, he podido ver los beneficios económicos que obtienen las empresas cuando la brecha se cierra. Y es que no es un tema sencillo, empieza por falta de comunicación y entendimiento del otro. Sin embargo, la buena noticia, es que tal cierre si es posible. Cuando las áreas administrativas empiezan a entender temas tecnológicos, se dan cuenta de cómo de forma correcta se pueden potencializar las empresas. Por ejemplo, se reducen drásticamente los costos de la tecnología, en los cuáles en el pasado abundaban los fallos, por tecnologías que no funcionaron del todo, que no cumplieron tiempos de entrega y/o que sufrieron sobrecostos.

Será difícil que un miembro de la alta gerencia aprenda y se apasione por elementos altamente técnicos como la programación. Esto no es necesario, aunque sería un elemento interesante. El objetivo es que desde el área administrativa los tomadores de decisiones aumenten drásticamente su entendimiento sobre tecnologías (¿usted sabía, por ejemplo, lo que es un algoritmo de una sola vía?), pues esta falta de conocimiento está llevando a las empresas a perder competitividad, desaprovechar oportunidades, invertir en tecnologías no adecuadas, entre otros.

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