"Grupo Argos para mí ha sido todo", Jorge Mario Velásquez

El Empresario del Año 2016 es un hombre muy ocupado y aunque el sonido constante de los mensajes entrantes en su oficina lo deja claro, también evidencia otra cosa: la afinidad que tiene con la automatización. Esta es solo una de las líneas que hoy maneja la gran holding de infraestructura que representa.

Sin embargo, hace 34 años, cuando inició sus prácticas en la antigua Compañía de Cementos Argos, no era así. La firma, que estaba dedicada exclusivamente a la producción de cemento y concreto, hoy tiene presencia en 20 países y cuenta con cinco negocios. Entre ellos, Celsia, dedicada a la generación de energía; Pactia, de desarrollo inmobiliario; Compass, de desarrollo portuario; Odinsa, de concesiones de infraestructura, y Cementos Argos. Hoy, quien inició en Argos como el asistente del ingeniero jefe de una planta, es el presidente de la holding, y habló con LR sobre su recorrido y los proyectos de la compañía.

¿Cómo inició en Argos?
Tengo el inmenso privilegio de haber tenido un solo empleador en mi vida, porque he estado vinculado a esta organización por 34 años. Empecé en 1983 como un estudiante en práctica en la antigua Compañía de Cementos Argos que hoy es el Grupo Argos. Empecé en una planta de concreto aquí en Medellín como el asistente del ingeniero jefe de esa planta. Y de ahí, he tenido la fortuna de estar en distintas facetas de la operación de esta compañía, en distintas responsabilidades, con personas maravillosas. 

¿Qué significa Argos para usted?
Argos para mí significa la compañía a la que he dedicado toda mi vida profesional, pero representa más que una oportunidad laboral. Esta organización tiene una característica: un sentido de trascendencia, está preocupada por hacer buenos negocios y generar valor a sus accionistas, pero se enfoca profunda y honestamente por construir una mejor sociedad. Grupo Argos para mí ha sido todo, ha sido la empresa que me ha permitido conocer gente maravillosa, que me ha permitido crecer en lo personal, que me ha dado oportunidades de formarme, pero que también me ha dado la oportunidad de aportar en la construcción de un mejor país. 

Grupo Argos hace al menos una gran adquisición por año o llega a un nuevo mercado. ¿Tienen un índice para medir cuánto de cada peso que ganan se va a estos proyectos?
No definimos qué porcentaje de las utilidades invertimos. Las empresas no tienen que crecer por crecer. El crecimiento debe tener primero un ajuste estratégico: en qué sectores, en qué geografías y por qué, con qué racional financiera deseas crecer. Hay que buscar oportunidades y condiciones de mercado que ayuden al negocio, que tengan sentido estratégico y hagan sentido financiero. Hay que buscar los activos que hagan sentido para esa estrategia, para no sobreexponer ni sobreendeudar a las compañías.

Teniendo esto en cuenta, ¿cuáles son los proyectos para este año?
Estamos trabajando en un plan de expansión muy agresivo. El Grupo Argos está invirtiendo $4,3 billones en sus negocios en un plan trianual. En los tres años ya llevamos la mitad de esta ejecución. En los negocios de cemento estamos expandiendo la capacidad en Colombia, mediante la construcción de un proyecto de ampliación de materiales cementantes en el centro del país. 

En el negocio de energía estamos arrancando la construcción de la granja solar en Yumbo, para producir 10 MW de energías limpias solares. Es la primera del país. Es un piloto de un plan muy ambicioso con el que queremos construir 200 MW de generación solar en Colombia. 

En concesiones, las inversiones son muy importantes. Pacífico 2, que es la autopista de 4G que está construyendo Odinsa, ya tiene cierre financiero. Un total de US$450 millones y ya está iniciando la construcción. 

En Pactia, hicimos la incorporación de Protección como fondo de pensiones dentro del patrimonio autónomo de activos que administra. Pactia tiene hoy activos estabilizados para la renta por valor de $2 billones, Protección se unió para permitirle a todos los ahorradores de su fondo de pensiones voluntarias que sean parte de una inyección de capital de $160.000 millones.

¿Qué condiciones macroeconómicas deben cumplirse para conseguir estos objetivos?
Colombia es un país maravilloso, tiene unos fundamentales muy importantes. Tiene 50 millones de personas, tiene un tamaño económico muy importante, eso es una gran ventaja que permite posibilidades de crecimiento. Cuando uno mira los consumos individuales de ciertos productos, son muy bajos frente a los consumos promedio de América Latina. Por ejemplo, el cemento. Cada colombiano consume cerca de 250 kilos de cemento. La media en América Latina es de 300 kilos. Es decir, solo si Colombia pasara a consumir la media de lo que consumen todos los países de Latinoamérica aumentaría 20%.

Miremos el crecimiento del tráfico aéreo, que es de 10% o 12%. Hoy el aeropuerto Eldorado acoge a 31 millones de pasajeros y esto ha implicado un crecimiento de 10% durante los últimos 10 años, pero el tráfico en Latinoamérica se va a multiplicar por 2,5 veces en los próximos 15 años. Esta es la capacidad que tiene el país de generar negocios solo en el sector de infraestructura. 

Yo creo que hay que explotar ese potencial. Tenemos una gran oportunidad para capturar todos esos crecimientos que se derivan de los planes de infraestructura que van a venir en esa nueva Colombia una vez culmine el proceso de paz. 

¿Cree que el caso Odebrecht puede afectar al sector?
Es un momento muy complejo. Pero tenemos que reconocer que en Colombia hay una inmensa cantidad de firmas muy serias de contratación, de ingeniería, que están comprometidas en hacer las cosas bien. 

Todos los esfuerzos que se hagan por mejorar la transparencia en la contratación pública son, no solo bienvenidos, sino necesarios. Iniciativas como las que se están promoviendo en los pliegos tipo para permitir que en la licitación y asignación de contratos haya una multiplicidad de oferentes, son absolutamente buenos para la transparencia y la eficiencia de la contratación pública. 

Por un caso muy delicado no podemos echar a la borda algo que estamos construyendo como país. El país no aguanta 20 años más con una infraestructura que es la número 130 en un mundo globalizado.