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El peaje de Pipiral, ubicado en la vía Bogotá-Villavicencio (administrada por Coviandes), es el más costoso con un valor de $15.500. Le siguen dos pertenecientes a la Concesión Autopista al Mar 1, administrada por el Consorcio Estructura SAC 4G. Se trata de las casetas de San Cristóbal y Palmitas, que cuentan con un precio de $15.100, cada una.
Si la decisión es ver el paisaje cafetero entre Armenia, Pereira y Manizales, debe tener en cuenta que allí se encontrará con el peaje de Circasia, a cargo del consorcio Autopistas del Café, el cual tiene un valor de $12.900.
Saliendo por el norte de Bogotá y dirigiéndose por la Ruta del Sol, está El Korán. Este peaje, administrado por Helios Consorcio Vial, completa el top cinco de los más caros, pues le costará $11.900.
Por el contrario, si la opción es viajar a los llanos orientales, la sexta caseta más cara, a cargo de la Concesión Vial de los Llanos, es la de La libertad con un precio de $11.800.
Por la ruta Antioquia - Bolívar se encontrará las casetas operadas por la Concesión Ruta al Mar. La Apartada, San Onofre y Manguitos, tienen un valor de $11.700 cada una, mientras que el peaje Mata Caña cuesta $11.400.
Así se cierra el top 10 de los peajes más costosos concesionados por la ANI. Se debe aclarar que este ranking se realiza teniendo en cuenta los precios pagados en peajes por vehículos pertenecientes a la categoría I, que incluye a automóviles, camperos, camionetas y microbuses con eje sencillo; y que existen nueve categorías para los valores de las casetas.
Las concesiones del Invías
De acuerdo con la información presentada en la página del Invías, los precios de los peajes para 2017 son más baratos que los concesionados por la ANI. El top tres de los más costosos de este segmento son el Carimagua, a $11.100; Bicentenario, a $ 8.400 y Cano, a $ 9.300.
Para completar el top cinco están El Bordo, en Cauca, a $7.900 y Los Llanos, en Antioquia, a $7.900.
Para Darío Hidalgo, experto en infraestructura de transporte, el país ha venido avanzando en la financiación de mantenimiento y construcción gracias al sistema de peajes.
“La malla vial que conecta las principales ciudades y puntos cuentan con peajes que permiten retribuir el uso de las vías, en su mayoría para los costos de mantenimiento y en algunos casos de construcción”, aseguró Hidalgo.
Además, aseguró que otra alternativa de financiación es el presupuesto nacional, pero debido a problemas económicos históricos desde la década del 80 se decidió implementar las casetas de peaje. Aunque en un principio los recursos se usaban solo para mantenimiento, con los esquemas de participación público privada también se han utilizado para rehabilitación y construcción de las vías doble calzada.
José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, el valor de los peajes se debería fijar al basarse en tres aspectos: los costos de infraestructura, los servicios que ofrece cada concesión y el costo del transporte.
“Estos precios no deberían estar afectados de manera discrecional. Estos valores tendrían que ser estables a lo largo del tiempo, sin variabilidad, ni dependiendo de otros aspectos que no sean técnicos”, aseguró Rojas.
Este experto aseguró que el Estado debería establecer una directriz de distancia entre peajes, porque en algunos tramos las casetas están muy cerca y eso encarece pasar por esa vía.
“Eso afecta al viajero y a los camiones de carga que transiten por esta rutas”, aseguró el director del Observatorio.
Hildago señaló que esta situación se puede mirar desde dos ángulos diferentes: “por un lado, puede constituir en una carga para los usuarios. Pero, por el otro lado, se puede observar que estos pagos redundan en el buen mantenimiento y la construcción de nueva infraestructura, lo que permite bajar los costos y los tiempos de viaje de manera importante”.
Los servicios en las carreteras
Al pagar un peaje se adquiere el derecho de usar algunos servicios, los cuales pueden variar dependiendo de la zona y la región.
Por ejemplo, el acceso a la red de postes S.O.S., ayuda mecánica, servicio de grúa, servicio de ambulancia, atención de accidentes, inspectoría vial, información turística, información sobre el estado de la vía, escolta de cargas especiales, Policía de Carreteras, báscula fija y portátil.
Quienes también podrán disfrutar de los beneficios viales son las motocicletas, pero se debe aclarar que estas no deben pagar peajes por usar las carreteras.
La Vía al Mar, la más cara para viajar
De acuerdo con el Invías, la ruta en la que los vehículos deben pagar más por peajes es la que va de Bogotá a Barranquilla-Cartagena tomando la Vía al Mar, ya que el costo que se paga al pasar por todas sus casetas es de $131.700. Esto, debido a que se tienen que pasar 18 peajes a lo largo del recorrido. Si se toma el costo para los buses que llevan pasajeros, este mismo trayecto suma un total de $172.200 en peajes. Mientras que los vehículos de la categoría III (usados para el transporte de pasajeros y de carga con tres y cuatro ejes) deben pagar $285.000.
Las opiniones
Stalin Rojas
Director del obserservatorio de movilidad de la Universidad Nacional
“En algunos tramos las distancias entre peajes son muy cortas, lo que perjudica al viajero entre ciudades y a los transportadores de carga”.
Darío Hidalgo
Experto en infraestructura de transporte
“Hace tres décadas la infraestructura del país era muy mala. Gracias a las concesiones de las vías se ha logrado mejorar bastante, pese a que falta”.
