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El 11 de mayo se cerró la licitación convocada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), entidad que lidera el proceso. Los dos proponentes que podrán ser escogidos son Aguas Salitre (cuyo socio líder es la empresa Norberto Odebrecht) y Expansión Ptar Salitre (cuya mayoría está en manos de Aktor Technical Societe).
Se espera que sobre septiembre se dé a conocer al ganador de este proceso, que aproximadamente en cinco años entregará la ampliación de la planta. Hoy en día, en palabras de Alfred Ballesteros, director de la CAR, lo que hace en términos ambientales “no sirve de nada”, pues las aguas residuales que llegan salen prácticamente sin ningún tratamiento.
Lo que se espera, luego de que finalice la construcción, es que el agua que salga de este lugar sea apta para cuidados agrícolas y alimente el distrito de riego La Ramada, que irriga las tierras de municipios como Funza, Mosquera, Facatativá y Subachoque. “Son tierras agrícolas muy ricas, de ahí vienen gran parte de los alimentos a Bogotá, especialmente en el tema de hortalizas y verduras”, explicó Ballesteros.
Este proceso tendrá un costo de $ 800.000 millones. Según el director de la CAR, aproximadamente, la mitad saldría de un crédito que ya fue otorgado por el Banco Mundial y la otra mitad se obtendría de la sobretasa ambiental que pagan los bogotanos en el impuesto predial.
El mantenimiento de esta planta, tal como sucede en la actualidad, se hará por medio de lo que pagan los ciudadanos en acueducto y alcantarillado. Se hará así porque el costo de este servicio no solo comprende la recolección y conducción de las aguas negras que salen de las casas, sino su tratamiento.
Se necesita otra planta
Pero Bogotá no solo deberá afrontar este proceso, sino que también tiene que construir desde ceros una planta similar pero que se ubicará en el municipio de Soacha, cerca del sur de la ciudad. Para lograr un tratamiento integral y el saneamiento del río son necesarias esta planta, que se ubicará en un sector conocido como Canoas, y la planta del Salitre.
La Ptar Salitre atiende los residuos de la parte norte de la ciudad y que recoge lo que producen 2,2 millones de habitantes. La planta del sur deberá acoger y tratar las aguas residuales que generan los otros 5,5 millones de habitantes, que representan 70% de la ciudad.
Esta tarea le corresponde al Acueducto y se espera que sea la planta de tratamiento de agua más grande de Sudamérica. Hasta el momento, todavía están en la etapa de los diseños que deberían estar terminados el otro año. La licitación, según Hugo Gómez, director de la Red Troncal del Acueducto, se estaría otorgando sobre 2017 y su construcción tardaría alrededor de cuatro años.
Sumado a esto, existe la necesidad de construir una estación elevadora en este sector. Gómez explica que como los túneles están a 40 kilómetros de profundidad, hay que subir el agua hasta la planta para que sea saneada.
Otro de los objetivos de Canoas es poder utilizar el agua que llega como generadora de energía llevándola hasta el embalse del Muña, ubicado en Sibaté y operado por la Empresa Generadora de Energía.
Para su construcción, el Acueducto ya cuenta con los recursos suficientes obtenidos de aportes de la Nación y de la propia entidad. “Eso ya está en una fiducia, estamos ajustando diseños de detalle que van a estar hacia mediados del año entrante y con eso arrancaríamos la obra”.
Mientras tanto, la ciudad ha venido adecuando la red de acueductos para dirigir las aguas al Salitre y a la futura planta de Canoas. Desde hace 10 años, cuenta Gómez, con una inversión cercana a $1 billón se han construido interceptores, es decir, tuberías muy grandes, que permiten recoger las aguas residuales para llevarlas a las plantas de tratamientos.
“Se han construido más de 80 kilómetros de túneles, muy grandes, para poder poner el agua residual en dos puntos de la ciudad”, explica. Estas autopistas subterráneas ya están prácticamente listas y solo falta 5% del último túnel por construir.
“Lo rescatable es que ya la empresa tiene todas las tuberías para poder conducir las aguas residuales” hacia las plantas de tratamiento, dice el director de la Red Troncal. El río Bogotá tiene una extensión de 313 kilómetros y nace en el Páramo de Guacheneque, en Villapinzón (Cundinamarca). En su recorrido, atraviesa la capital y 46 municipios del departamento para desembocar en Girardot.
Si se cumplen los proyectos, se impedirá el vertimiento de aguas residuales y se podrá empezar a sanear el río Bogotá.
CAR recibirá premio ambiental de SCI
La Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) le dará hoy a la CAR el premio Nacional Ambiental ‘Germán Ignacio Gómez Pinilla’ por los trabajos que ha venido adelantando en la adecuación hidráulica y la recuperación ambiental del ríoBogotá.
Más allá de la ampliación de la Ptar Salitre, la entidad ha realizado construcciones para adaptarse cambios climáticos y evitar inundaciones.
Para esto, se han hecho tareas de dragados de tres metros de profundidad y se construyeron jarillones que inclusive en las temporadas invernales evitarías que se desbordará.
Las opiniones
Alfred Ballesteros
Director de la CAR Cundinamarca
“Esperamos plantar cerca de 250.000 árboles de especies nativas y construir escenarios de recreación en diferentes partes del río para la gente”.
Hugo Gómez
Director red troncal del Acueducto de Bogotá
“La estación elevadora estaría en el orden de $321.000 millones. Hay que afinar costos y la licitación iniciaría a mediados del año entrante”.
