Ciudades inteligentes

El miércoles pasado en el centro de Bogotá, se desarrolló un interesante seminario donde magistrados y miembros del Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Judicatura, recibieron una explicación técnica por parte de expertos de la industria de las telecomunicaciones, con presencia del Ministerio TIC, la Comisión de Regulación de Comunicaciones CRC y la Agencia Nacional del Espectro ANE. La Escuela Judicial de Formación “Rodrigo Lara Bonilla” organizó la capacitación, motivada por una serie de tutelas que han interpuesto ciudadanos ante diferentes instancias judiciales, con respecto a la presencia de antenas de telefonía móvil celular en edificios y barrios para que hubiera. Ante un tema con tantos mitos urbanos y con información incompleta que inunda la red, los magistrados aceptaron la invitación para conocer detalles tecnológicos de la telefonía móvil celular.

El invitado internacional fue Paolo Vecchia, un físico italiano experto en temas de salud y radiaciones. A lo largo de su extensa carrera, Vecchia, que trabaja para el Instituto de Salud de Roma, ha visitado al menos 30 veces diferentes países de América Latina para exponer el punto de vista científico sobre las posibles radiaciones no ionizantes del espectro radioeléctrico que generan las exposiciones a aparatos que utilizan frecuencias de radio. En su explicación se ve científicamente comprobado que celulares, aparatos de trunking como radio teléfonos, monitores de bebes, pantallas de televisión abierta o radios tienen niveles similares de exposición a los seres humanos, niveles que no se ha comprobado generen riesgos para la salud. (Ver Presentación 1) El equipo de técnicos de la ANE instaló unos equipos alemanes de medición de radiaciones y niveles de potencia a la salsa de exposiciones. Hicieron pruebas frente a los magistrados con llamadas desde diferentes celulares, y demostraron técnicamente que un secador de pelo genera mayor exposición que una llamada de un Iphone. 

El magistrado auxiliar de la sección segunda del Consejo de Estado, Elkin Alonso Rodríguez en una interesante intervención dijo que los jueces y administradores de justicia deben “tener mucha precaución al aplicar el principio de precaución”. Ante los detalles de algunas tutelas analizadas, se evidenció que hubo ciudadanos que reclamaban sus derechos a la salud, aduciendo la presencia de antenas cerca de sus hogares, que luego se demostró estaban apagadas. Así como hay ciudadanos que reclaman un derecho a la salud, el magistrado explicó que los ciudadanos también tienen derechos a la educación, a la comunicación y a otra serie de variables que requieren muchas veces de una buena conectividad. Una tutela mal fallada puede generar violación de derechos de otros ciudadanos.

De las diferentes presentaciones se evidenció la importancia de las redes de telecomunicaciones en un mundo globalizado y conectado como el actual. La mayoría de los manos que hoy usan los celulares para servicios de voz y datos, no imaginan una vida desconectada de las redes. Por años los usuarios han reclamado mejores niveles de calidad y de buen servicio a los operadores. Hace meses comenzaron las iniciativas de medición de calidad para identificar zonas del país donde hace falta un despliegue de infraestructura necesaria para optimizar la topología de la red de cada operador. Algunas normas locales de ciertas poblaciones han dificultado el despliegue, por ejemplo de la nueva tecnologías 4G. Hace años se consolidó el concepto de “edificio inteligente” que ya es de uso común. En los próximos años evolucionará algo que ya comenzó en algunas partes del mundo, el concepto de “ciudades inteligentes”. 

El concepto de unir esfuerzos de teletrabajo, super redes de comunicaciones y redes colaborativas para optimizar desplazamientos y tiempos muertos en los infernales trancones. Todo eso depende altamente de un correcto y balanceado despliegue de antenas y torres de telecomunicaciones.