“La industria asumió la distorsión para evitar quedarse sin arroz”

El director de la Cámara Induarroz de la Andi, Jeffrey Fajardo, aseguró que el arroz se pagó a US$426 por tonelada y con arancel de 80%, “lo que sería irracional si de verdad no lo hubieran necesitado los molinos para preservar su presencia y participación en el mercado”. 

¿Qué ha pasado con la definición del precio? 
Tuvimos una reunión esta semana en el Consejo Nacional del Arroz en la cual el Ministerio de Agricultura insistió en que haya una negociación. Pero, para nosotros la idea de una franja de precio tiene una cantidad de implicaciones muy profundas que se las hicimos saber, hemos sido muy claros en que creemos que la única forma de darle a este mercado las condiciones que requiere es empezando un proceso de desregulación. Más allá de cuál sea el precio que se va a fijar, con toda seguridad no va a salir de una negociación de los actores. 

¿Por qué? 
El mecanismo en sí mismo es de una perversidad gigante porque está distorsionando las leyes del mercado y haciendo que se conduzca al sector a una falta de competitividad. Esta actividad progresivamente ha estado cada vez más regulada, cuando la realidad mundial es contraria y no entendemos por qué Colombia tiene que ser una rueda suelta en ese sentido. 

¿Qué no le gusta de la franja de precios? 
Los precios mínimos son de alguna forma la versión más extrema de un mercado regulado. Lo que pasó el año pasado, cuando el Ministerio obligó a las industrias a pagar un precio mínimo, distorsionó tanto el sector que estamos viviendo un poco esa debacle. La situación es comprensible para ambos casos, pero muy difícil de conciliar. 

¿Cuál es la diferencia? 
El año pasado las industrias compramos la cosecha a un precio promedio en el Espinal (Tolima) de $108.500 la carga en el segundo semestre, mientras que los agricultores recibían $121.000; la diferencia estaba subsidiada por el Gobierno, lo que generó una distorsión. Ese margen de cerca de 12% hoy es clarísimo que el Gobierno no lo va asumir, lo que significa un incremento que se transfiere directamente al consumidor. No sé cómo vamos a salir de eso. 

¿Qué le dijo al Ministro? 
Que nos preocupa la oportunidad de la fijación de ese precio porque si lo define el Ministerio eso en la práctica significa que estaría asumiendo el riesgo intrínseco de tomar la decisión de sembrar del agricultor. Por otro lado, el ministro Aurelio Iragorri había anunciado que gremio e industria llegamos a un acuerdo y nos sorprendió muchísimo que lo dijera porque no era cierto en absoluto. Al parecer fue desinformado por alguno de sus asesores, él lo reconoció y se retractó. 

¿Qué implicaciones tiene que el Ministerio resuelva el tema? 
Podría generar una señal de tal garantía de la absorción de cosecha que es posible terminar viviendo un desborde de siembras gigantesco como en 2009, cuando no teníamos donde guardar el cereal, y uno no sabe qué es peor en este país, que no haya arroz o que haya demasiado. Al final, la garantía del precio mínimo va a resultar siendo un subsidio, lo cual es lo más anticompetitivo que hay, pues implica un gasto en cientos de miles de millones que asumirían los consumidores. 

¿Qué tan cierto es que hay suficientes inventarios? 
El dato auditado por la Bolsa Mercantil a febrero 28 fue de 240.954 toneladas de arroz paddy seco, pero este dato se tiene que contrastar con cuánto consume el país en un mes y eso es en promedio 177.000 toneladas, lo que nos deja en una situación muy crítica porque lo normal es que se cuente con mínimo de dos meses y medio de inventario para abastecer al mercado. 

¿Qué posición tienen frente a la reglamentación de importaciones por vía terrestre? 
Como industria no tenemos inconveniente en que las importaciones sean únicamente por mar, porque esa es la manera de luchar contra el contrabando. 

¿En qué van las importaciones de Estados Unidos? 
Le agradecemos al ministro la gestión para que Fedearroz por fin nos entregara unos certificados que estaban pendientes para la asignación de los cupos de importación por parte de Ecuador. 

Falta claridad en el sector
El director de Induarroz es enfático en que si se va a regular el sector se deben tener los elementos necesarios para garantizar que se tiene pleno conocimiento de la cadena, lo que incluye, a su parecer, un censo confirmado de las áreas sembradas. También advirtió que buena parte lo que pasa en el mercado colombiano está determinado por la cosecha de Ecuador y Perú, “porque esos dos países significan una posibilidad de oferta. Incluso, una de las cosas que implicó el escaso abasto del año pasado es que no hubo contrabando de estos países”, explicó Fajardo.