“La desigualdad no se soluciona con impuestos, sino mejorando educación”

La fuente de la desigualdad en Colombia es su educación y la solución no puede ser imponer más impuestos. Para el economista Xavier Sala-i-Martin, asesor jefe del Foro Económico Mundial (FEM), el problema del país ya no es fiscal.

Un sistema educativo obsoleto, que busca respuestas y no preguntas, que es bueno para la élite pero malo para la mayoría y no es para el siglo XXI. Ese es el diagnóstico que hace el profesor en la Universidad de Columbia y autor del Índice Global de Competitividad.

El problema no está en las universidades, las cuales incluso son reconocidas mundialmente por su calidad, como la Pontificia Universidad Javeriana, a donde fue invitado a la celebración de los 50 años de la carrera de Economía, el pasado jueves. El quid está en la educación básica. Para enfrentar la falta de oportunidades se necesitará de una inversión inteligente y no de “regalar el dinero de los ricos”.

En el último informe de competitividad del FEM el país avanzó 3 puestos, pero aún no salimos del rezago. ¿Qué necesitamos para subir del rango de media tabla?
El proceso de competitividad es complejo y eso se refleja en el hecho de que hay 12 pilares y dentro , un centenar de subpilares. Colombia lo ha hecho muy bien en cuanto a su primera generación de reformas que son las macroeconómicas y esto no solo se refleja en las buenas notas, sino que en medio de esta crisis que ha afectado a muchos países, ha salido bien librada. Lo que viene ahora es la segunda generación que se está empezando a hacer. La primera es en infraestructura. Se está haciendo una enorme inversión, pero gastar US$25.000 millones no es garantía de hacerlo bien, sobre todo si nos vamos al segundo problema, que son las instituciones, en especial la corrupción. La tercera es la educación.

¿Cuál es el problema?
Este es un país como otros de América Latina con grandes instituciones educativas. Pero no es un problema de universidades, sino de educación básica. Es equivocada, se prioriza la memorización y no la creatividad, no enseñan a ser creativos ni curiosos.

Ni a resolver problemas, como evidencian las Pruebas Pisa...
También. Pero incluso, resolver problemas es del sistema del siglo XX. Colombia está retrasada para ese tiempo, pero aún más para el siglo XXI. No se trata de solucionar problemas, que es lo que Pisa evalúa, no se trata de encontrar respuestas, sino preguntas. Aunque todos los niños del país fueran a la escuela y lo hicieran muy bien, a Colombia le iría mal, porque este sistema es obsoleto.

¿En cuánto tiempo podremos ser un país más competitivo?
Los cambios no serán de un día para otro. Se necesita voluntad política, poner dinero, vencer la resistencia de los profesores, que están muy acostumbrados a dar las clases del pasado. Lo peor que se está encontrando es el lobby de los profesores y de los padres. El problema es que cambiar instituciones no es fácil. Pero detecto por los discursos del presidente Juan Manuel Santos, de la ministra de Educación, Gina Parody, y de empresarios, que Colombia tiene la consciencia de los problemas y la voluntad de empezar a atajarlos.

Otra gran dificultad es la desigualdad. ¿Cómo resolverla?
La educación es la fuente de la desigualdad económica y se debe hacer esa transformación.

¿Qué piensa de la reforma tributaria y del impuesto al patrimonio que se está discutiendo?
El sistema educativo es bueno para las élites, malo para la mayoría y la solución a esto no es más impuestos. Impones impuestos a los ricos, obtienes mucho dinero, y ¿qué les das a los pobres, caridad? Lo solucionas dándoles las herramientas para que ellos puedan ganarse la vida de una manera decente y esto no se hace regalándoles el dinero de los ricos.

¿Cree que igual debe darse la discusión de hacer otra reforma fiscal integral para reducir las desigualdades?
No. El problema de Colombia ya no es fiscal, lo era. Ahora es institucional, educativo y de infraestructura. Para el primero se requiere voluntad; para los otros, dinero, que se tiene que recaudar con las materias primas y también a través de un sistema fiscal progresivo, pero el problema no se soluciona con más impuestos. La discusión del patrimonio, mala idea. Es injusto e ineficiente.

Pero solo son 50.000 colombianos los afectados...
Pero tú lo que te tienes que preguntar es qué tipo de actitud ante la vida vas a gravar con ese impuesto. Castigar al que ahorra, al que construye patrimonio para sus hijos, es injusto. Si quieres financiar la obras, o quieres reducir la desigualdad con este mecanismo, estás cometiendo un error.

Entonces, ¿Thomas Piketty está equivocado?
Él no habla del impuesto al patrimonio sino hasta el último capítulo, el último capítulo de Piketty está equivocado, lo cual no quiere decir que el resto esté mal. Además, una de las herramientas fundamentales de las que habla en el resto del libro para reducir la desigualdad es la educación.

“Colombia va anormalmente bien”
En medio de una desaceleración de la Región, Colombia se destaca por su crecimiento. El profesor de la Universidad de Columbia Xavier Sala-i-Martin, quien además fue miembro de la junta directiva y presidente de la comisión económica del Fútbol Club Barcelona, dijo que este es un país promercado, que tiene “un conjunto de factores que hacen que vaya anormalmente bien. Y es así porque nadie piensa que esto va a durar siempre”. Aún sigue dependiente de las materias primas y debe desarrollar las reformas en educación, infraestructura e institucionalidad en el mediano plazo para que el crecimiento sea sostenible.