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Ejercicios sencillos como parpadear más veces frente al computador puede ayudar a mantener la humedad de los ojos.
El uso de pantallas durante las horas de trabajo puede desencadenar cansancio visual, y con él síntomas como ardor en los ojos o incluso dolor de cabeza
En la actualidad el uso de pantallas diariamente por espacios prolongados de tiempo no es algo que se pueda evitar, pues cierto tipos de trabajos lo demandan.
El uso de pantallas puede cansar la vista, al igual que otras actividades como leer o alguna donde se haga gran uso de la visión, como por ejemplo pintar, dibujar o coser.
Los síntomas de este cansancio, o fatiga visual, son el ardor, picazón y resequedad en los ojos, como también la visión borrosa, los ojos llorosos, el dolor de cabeza y una mayor sensibilidad a la luz.
Cuando se identifique alguno de estos, es recomendable hacer ciertos ejercicios que le ayudarán al ojo a descansar.
Aunque parpadear es algo que hacemos de manera natural, la Academia Americana de Oftalmología asegura que cuando se está frente a pantallas se pasa de parpadear de hasta 15 veces por minuto a solo 5 o 7.
Así que recordar parpadear intencionalmente cuando se está frente al computador es una manera de ayudar a los ojos a mantener su humedad.
Para el oftalmólogo Gabriel Child, una manera de descansar la vista cuando se está frente al computador es "hacer pausas cada 20 minutos mirando a lo lejos durante 30 segundos".
Este ejercicio le ayudará a descansar la visión evitando llegar a síntomas de fatiga o cansancio durante la jornada laboral.
Hacer pequeñas pausas para hacer masajes por la zona alrededor de los ojos logra descansarlos en medio de la jornada laboral.
Para el masaje solo debe ubicar la punta de los dedos sobre las cejas y masajear de forma circular de un lado hacia otro, después puede estirar las cejas con la punta de los dedos de adentro hacia afuera.
Otro de los ejercicios para descansar al vista consiste en mover lentamente los ojos en forma de ocho.
Para ello debe ubicar un dedo al frente de usted, a la altura de la vista, y moverlo despacio en forma de un ocho horizontal, como el signo del infinito, a su vez seguir la punta del dedo con la mirada y sin mover la cabeza, solo los ojos.