Asimismo, hay datos alentadores. El Dane reveló en 2015 que el 70% de la población nacional está compuesta por jóvenes en edad productiva. Como país contamos con una fuerza laboral joven, enérgica y llena de potencial. Nuestro desafío es encontrar la manera de que estos nuevos talentos, hoy excluidos del mercado laboral justamente por su inexperiencia, se incorporen de forma estable a la economía.
Arcos Dorados, operador de la marca McDonald’s en Colombia y el mayor franquiciador de la cadena a nivel mundial, le ha apostado a la juventud a lo largo de su historia. La edad promedio de nuestra gente es de 22 años, y más del 70% empezó su vida profesional con nosotros. Somos tan aficionados a la juventud del país que buscamos brindarles oportunidades de crecer académicamente y profesionalmente.
Contratamos jóvenes estudiantes para que encuentren en McDonald’s su primera oportunidad laboral y la posibilidad de combinar su jornada laboral con sus estudios. Nuestros horarios de trabajo se adaptan a sus necesidades académicas, y no al revés, porque tenemos la firme convicción de que un país es capaz de superar las dificultades con buena educación y empleo formal.
Así los jóvenes no cuenten con conocimientos específicos o experiencia previa, trabajan con energía, hambre de conocimiento, deseo de ser desafiados y anhelo por aprender, crecer y superarse. Queremos que todos los que se ponen nuestro uniforme sean exitosos en sus proyectos, independientemente de que nos incluyan dentro de sus aspiraciones profesionales a largo plazo. Entendemos y apoyamos a nuestra gente para que se desempeñen en otros rubros o industrias; al ser primer empleador de miles de colombianos todos los años, nos tomamos a pecho nuestra responsabilidad de formar futuros líderes en un ámbito profesional, respetuoso, y meritocrático.
Es nuestra obligación, como compañía que le apuesta al futuro del país, generar oportunidades de empleo formal para la juventud, para que tengan acceso desde una temprana edad a servicios de salud, pensión, cesantías y cubrimiento de riesgos profesionales. Asimismo, es nuestro deber asegurarnos de que nuestra gente se vaya a casa con mucho más que el dinero que ganan por trabajar con nosotros; que se formen líderes, que aprendan aptitudes y lecciones que los acompañen el resto de sus vidas profesionales y que su trabajo les brinde la tranquilidad, seguridad y confianza para superarse y lograr sus objetivos.
En este período de reconciliación, tal vez más que nunca, es importantísimo que las empresas abran sus puertas a los jóvenes del país, generando oportunidades que busquen mejorar las condiciones para todos y nos acerquen a la tan anhelada paz. Abrimos nuestro primer restaurante hace 20 años con 17 jóvenes, hoy somos más de 3.300, en su mayoría estudiantes. No nos cabe la menor duda que nuestra constante apuesta a la juventud del país ha sido, y continuará siendo, el gran motor de nuestro éxito como negocio. Creemos firmemente que generar oportunidades para nuestra juventud es construir juntos nuestro futuro como país.
