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Estas son las cifras de generación y recolección de desechos electrónicos en Latinoamérica
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De acuerdo con las cifras presentas por el Gobierno, durante 2023 en Bogotá se produjeron más de 23 toneladas de residuos provenientes de aparatos electrónicos, por mes
El Ministerio de Ambiente presentó la Guía Técnica para la Gestión Integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Este es un documento actualizado bajo los resultados de un estudio sobre la informalidad en el manejo de esos desechos en Bogotá, durante 2023.
Lo que busca la guía es proporcionar herramientas y orientar a las personas, a la hora de clasificar los residuos, además de dar lineamientos sobre su recolección, tratamiento, reutilización y reciclaje, con el fin de mejorar las prácticas en los centros de acopio, y optimizar la labor de los demás actores como los recicladores.
“Solo en Bogotá, se disponen más de 23 toneladas mensuales de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, por parte de recicladores de oficio, intermediarios, chatarrerías y bodegas de acopio, de las cuales solo 135 kilogramos los aportan recicladores informales, es decir menos del 0.6%”, detalla el estudio.
En resumen, la guía detalla qué son los aparatos electrónicos, definidos como un conjunto de piezas dispuestos para cumplir con una tarea, que funcione con corriente eléctrica, campos magnéticos u otras fuentes de energía. Además, explica cómo deben tratarse al momento de desecharse.
“La Ley 1672 de 2013 de Colombia define a los Raee como aquellos aparatos eléctricos o electrónicos que son desechados o descartados por sus propietarios, junto con los componentes, subconjuntos o accesorios que forman parte del aparato al momento de ser descartado. Esta Ley también indica que los RAEE requieren un manejo diferenciado, es decir, que no deben ser gestionados como un residuo sólido ordinario, porque, además de contener materiales valorizables, también pueden contener sustancias con características de peligrosidad”.
Aunque reiterada, la guía explica que es necesario separar cada uno de los componentes, clasificarlos por su tipo, y entender si se puede reutilizar, o si no. En caso de no poder volver a emplear, explica cómo desecharlo, y en algunos casos, depositarlo en recipientes o entregarlos a agentes autorizados.
El documento también busca que los recicladores informales mitiguen los riesgos a los que se exponen, principalmente por la inadecuada manipulación de los residuos.
“Para prevenir la ocurrencia de estas actividades de gestión inadecuada, se propone integrar a los recicladores de oficio y las Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento (ECA) con los Sistemas de Recolección y Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, de manera que estos apoyen las actividades de recolección, transporte y acopio de los RAEE, cumpliendo con la normativa vigente en condiciones justas de mercado, donde se garantice el reconocimiento de esta labor”.
Sobre el adecuado manejo, el Ministerio de Ambiente hace hincapié en las consecuencias de un mal procedimiento, sobre todo por la liberación de sustancias peligrosas que afectan tanto a la salud humana, como por sus afectaciones al ecosistema.
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