A diario vemos cómo organizaciones públicas y privadas están implementando medidas de responsabilidad social que responden al problema que está viviendo el mundo con la escasez y falta de calidad de los recursos naturales.
Si el agua es una preocupación de todos, ¿por qué se hacen acciones individuales para lograr salvaguardar el recurso?
Sin duda, si todas estas organizaciones se unieran para generar esfuerzos conjuntos en función de la calidad y el mal uso que se hace del agua, se lograrían acciones con impactos más profundos y de mejores resultados en el mediano y largo plazo que al hacerlas de manera separada.
En el mundo, según el ‘Informe sobre desarrollo humano’ de las Naciones Unidas cerca de 780 millones de personas carecen de acceso al agua y más de 4.500 niños mueren al día por la falta de este recurso.
Otras cifras reveladas por importantes organizaciones tampoco son alentadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las regiones en desarrollo, el 80% de las enfermedades más comunes, como diarreas, fiebres, dengue, malaria, entre otras, están relacionadas con la calidad del agua.
Si bien es cierto que la prioridad ha sido la cobertura, este es el mejor momento para empezar a trabajar en la calidad y es un llamado para hacerlo entre todos.
Ya empezamos a ver pinitos en el país y observamos alianzas entre organizaciones con alcaldías, secretarias de ambiente, fundaciones, corporaciones autónomas regionales, etc., que buscan encontrar soluciones conjuntas en las que participa la misma comunidad, que además tiene un rol protagónico en la veeduría de los proyectos y la sostenibilidad de los mismos.
Y es precisamente desde la construcción colectiva y el intercambio de experiencias que podemos garantizar y dar mejor uso a este importante recurso natural.
La Unesco, en el informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos presentado en las Naciones Unidas, destacaba que la difusión de conocimientos para el desarrollo de mejores prácticas entorno a los recursos hídricos es una responsabilidad de todos. Por esta razón, la agenda internacional, ha impulsado el Portal Mundial del Agua como un canal comunicativo y de cooperación que le apunta al reto de entender que al ser ciudadanos de la tierra, cuidar y preservar el agua es responsabilidad de todos.
Ante la obligación de cuidar el agua, es de vital importancia que se sigan uniendo esfuerzos, pues la acción individual de las empresas siempre tendrá un impacto limitado y la mayoría de los riesgos solo pueden ser mitigados por la acción efectiva y concertada de un grupo con intereses y preocupaciones comunes.
Juntos somos más y si todos encamináramos los esfuerzos a objetivos comunes tendríamos resultados trascendentes que impactarían la vida misma sociedad.
