Cuando la economista Sandra Briceño y la diseñadora industrial Nohra Tamayo se unieron para crear el capítulo de responsabilidad social de la empresa en la que trabajaban hace cinco años, se dieron cuenta de que juntas tenían el potencial para trabajar en los proyectos de RSE y felicidad de otras organizaciones.
En agosto de este año, esa idea se materializó y surgió la compañía RSE Colombia, una empresa que funciona como consultora en temas de responsabilidad social y felicidad al interior de las compañías, trabajando de la mano con recursos humanos. De esta forma, proyecta ser la intermediaria entre la compañía que quiere introducir un programa para ayudar a la comunidad y las fundaciones que necesitan apoyo.
“Cuando llega una gerencia de felicidad a una compañía es una transformación al interior de recursos humanos. Esta área antes era vista como un campo de apoyo a presidencia, pero con la gerencia de felicidad se vuelve en un socio de los altos mandos. Entonces, todas las decisiones que se tomen en una compañía bajan de presidencia con el apoyo de felicidad a toda la compañía. Es un cambio de cultura organizacional”, aseguró Briceño.
En los tres meses de operación, la empresa se ha enfocado en los programas que tienen los municipios que han sufrido el flagelo del conflicto armado, de hecho, una de sus grandes oportunidades es hacer que los empleados se formen en la aceptación del cambio social.
Asimismo, Tamayo indicó que “estamos en la parte de agricultura y metiéndonos a ver qué podemos hacer en las fincas agroindustriales grandes que tienen el problema de que la mano de obra se les está acabado, y la que consiguen en una temporada en la otra ya no está”.
Así como están mirando las carencias de la población, RSE Colombia busca reconocer las necesidades de la empresa. “Nosotras vamos, conocemos, indagamos y creamos un programa especial para cada compañía”, explicó Briceño.
Adicional, la compañía asesora a los empleados de la empresa para ayudar, pues en muchos casos las personas tienen la intención pero no conocen de qué forma pueden aportar. “Creamos actividades lúdicas donde se forman los trabajadores en voluntariado corporativo para que ellos cuando van a las fundaciones a hacer las actividades tengan información de cómo hacerlo”, afirmó Tamayo.
