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A pesar de los compromisos climáticos existentes, el calentamiento global proyectado podría alcanzar entre 2,3°C y 2,5°C para finales de siglo
El termómetro de la Tierra volvió a subir en 2024. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord, 3% más que en 2023 y 8% por encima del promedio de la última década.
El informe más reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente confirma que la humanidad camina por un sendero peligroso hacia un calentamiento superior a 1,5°C, considerado el límite seguro para evitar catástrofes climáticas irreversibles.
El incremento récord fue impulsado por India, seguida de China, Rusia e Indonesia, mientras que las economías del G20 concentran tres cuartas partes de las emisiones mundiales. Entre los mayores contaminantes, solo la Unión Europea logró reducir sus gases en 2024, un alivio parcial en un panorama que alarma a científicos y líderes.
Pero la amenaza no se limita al CO2. De acuerdo información publicada por la Organización Meteorológica Mundial el metano y el óxido nitroso también rompieron récords históricos. El metano se disparó a 1.942 ppb, 166% más que en tiempos preindustriales, mientras que el óxido nitroso llegó a 338 ppb, aumentando 25%. Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM, lanzó un mensaje urgente. “Reducir estas emisiones no es opcional; de ello dependen nuestro clima, nuestra economía y la seguridad de nuestras comunidades”.
A esto se suma un factor climático que agrava aún más la situación: El Niño. Durante los años en que este fenómeno se activa, los sumideros naturales de carbono -bosques, suelos y vegetación- pierden capacidad de absorción. La mayor sequedad de los suelos y los incendios forestales provocados por la ola de calor contribuyen a que los niveles de CO₂ suban aún más. En 2024, la Amazonía y el sur de África sufrieron incendios y sequías , que intensificaron la liberación de carbono a la atmósfera y elevaron las concentraciones de gases.
A pesar de los compromisos climáticos existentes, el calentamiento global proyectado podría alcanzar entre 2,3°C y 2,5°C para finales de siglo.
El sector eléctrico sigue siendo la principal fuente de emisiones, especialmente por centrales de carbón, seguido del transporte, cuya huella ha crecido desde 1990. El CO₂, principal responsable del cambio climático, supera hoy en más de 50% los niveles preindustriales, acercándose a 425 partes por millón. El Pnuma alerta que, si las emisiones continúan al ritmo actual, el presupuesto global de carbono restante para limitar el calentamiento a 1,5 °C se agotará en solo seis años. Para evitarlo, la inversión en energías limpias debe duplicarse y la transición hacia la electrificación y las renovables acelerarse de manera radical.