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Colombia, el segundo país más biodiverso
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Hoy se celebra el Día de la Tierra, una fecha que invita a reflexionar sobre el estado del planeta y el papel que juegan los países en su conservación; Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo
Hoy se conmemora el Día de la Tierra, una jornada que se celebra para traer conciencia sobre el impacto que genera la contaminación y el cuidado del ambiente.
Colombia es uno de los principales jugadores en este escenario, ya que es el segundo país más biodiverso del mundo, después de Brasil. Esto significa que su territorio alberga miles de formas de vida, ecosistemas y recursos naturales únicos que, además de ser parte del patrimonio natural, cumplen funciones clave para la vida en el planeta.
La Nación se ubica primera en diversidad de aves, orquídeas y mariposas. Juan Ricardo Gómez, director de la Maestría en Conservación y Uso de Biodiversidad de la Universidad Javeriana, dijo que, sólo en la porción terrestre de Colombia, hay alrededor de 10% de las especies de fauna y flora del planeta, intensificando así, su compromiso y responsabilidad con la biodiversidad del mundo.
Colombia cuenta con 311 tipos de ecosistemas continentales y marinos, además que alrededor de 53% de su territorio está cubierto por bosques. Es hogar de más de 80.000 especies registradas, de las cuales 3.625 son endémicas, es decir, que no existen en ningún otro lugar del mundo.
Dentro de ese inventario natural se encuentran aves, orquídeas, mariposas, ranas y muchas otras especies que posicionan al país como un punto central de biodiversidad. En términos hídricos, la riqueza tampoco es menor, ya que hay más de 48.000 humedales registrados, una red de ríos y fuentes de agua dulce que acoge a 1.595 especies de peces, de las cuales 367 son originarias en Colombia y residen únicamente aquí.
Este paraíso natural no está exento de amenazas. Según el último Reporte Bio publicado por el Instituto Humboldt en marzo de 2025, la biodiversidad colombiana ha disminuido en promedio 18%, sobre todo por la pérdida de hábitats naturales y la degradación del suelo, muchas veces causada por la deforestación. Casi la mitad de los ecosistemas terrestres del país están en riesgo, lo que pone en jaque su capacidad para ofrecer servicios ecosistémicos fundamentales, como la regulación del clima o el suministro de agua.
Gómez aseguró que Colombia enfrenta grandes retos para la conservación de su biodiversidad. Así como la pérdida y contaminación de los hábitats de las especies, por transformaciones a gran escala como la agroindustria, la ganadería, las obras de infraestructura, la minería y la expansión urbana es el principal reto para la biodiversidad hoy en día.
Uno de los casos más representativos de esa tensión entre desarrollo y conservación es el de la Orinoquía, una región que se ha vuelto clave para entender la biodiversidad del país. El Instituto Humboldt ha documentado allí la presencia de 23.487 especies de fauna y flora, lo que representa 29% del total del país. De estas, 491 están amenazadas, equivalentes a 23% del total del país. Además, esta zona cuenta con una gran diversidad de peces de agua dulce con alrededor de 767 especies y 761 especies de aves, lo que representa 38% de toda la avifauna colombiana. La presión sobre el territorio es alta, esto debido a que en la última década se han transformado más de 500.000 hectáreas de sabanas y altillanura para uso agroindustrial, y se proyecta que para 2030 la cifra aumente en 820.000 hectáreas más.
Frente a este panorama, el país también ha hecho avances para prevenir estos riesgos. Colombia cuenta con 163 Áreas Clave para la Biodiversidad, que abarcan más de 150.000 kilómetros cuadrados. Estas son zonas identificadas como estratégicas para la conservación de especies y ecosistemas, y el objetivo es duplicar tanto el número de sitios como las especies protegidas identificadas al finalizar los proyectos en curso. Además, que cuentan con una importancia aún mayor, Gómez afirma que los ecosistemas regulan el clima como la temperatura del suelo, evaporación y mantienen niveles de humedad del aire.
En este contexto, la COP16, conferencia mundial de biodiversidad, se convierte en un momento crucial. Este año, Colombia fue la anfitriona del evento, en el que se pactó un compromiso global de movilizar US$200.000 millones anuales para proteger la biodiversidad. Además, se consolidó el Marco Global de Biodiversidad, un plan que busca proteger al menos 30% del planeta y restaurar 30% de los ecosistemas degradados para 2030. Para Carolina Pardo, decana de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, Colombia puede aprovechar la COP16 para atraer financiación internacional para proteger la biodiversidad, además de promover Ciencia Básica enfocada en monitorear y proteger la economía sostenible.
Bogotá, junto con el Instituto Humboldt, aprovechó la cumbre para presentar su sistema de monitoreo de biodiversidad urbana, que incluye tecnologías innovadoras como el monitoreo acústico para observar la fauna de la ciudad y generar datos clave que alimenten estrategias de conservación urbana.
La riqueza de Colombia también está documentada en colecciones científicas. La Colección Oológica del país, encargada de recolectar y analizar el contenido interno y de la cáscara de los huevos, es la más grande de América Latina, con 17.801 nidadas de aves de 133 países, incluidas 299 especies colombianas. Además, en los últimos ocho años se han documentado 42 nuevas especies en el territorio nacional, lo que demuestra que el conocimiento sobre la biodiversidad aún está en expansión.
A pesar de las cifras alentadoras y del reconocimiento internacional, la conservación de la biodiversidad en Colombia enfrenta desafíos estructurales. La presión sobre los ecosistemas es constante, y la deforestación sigue siendo uno de los mayores problemas ambientales del país. En 2024, por ejemplo, se registró un aumento del 35% en la pérdida de cobertura forestal, lo que equivale a más de 107 mil hectáreas de bosque taladas. “Los ecosistemas colombianos están bajo mucha presión por actividades humanas, así como la deforestación, minería ilegal, entre otras que afectan a zonas como Amazonía, Chocó y Orinoquía”, afirma Carolina.
Colombia se perfila como una potencia en biodiversidad que a pesar de enfrentar desafíos profundos, también cuenta con una capacidad única para liderar los esfuerzos globales en biodiversidad. El Día de la Tierra no solo invita a reconocer la riqueza natural del país, sino también a reflexionar sobre el papel de cada actor en la protección de este patrimonio invaluable.
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