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Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos los que más invierten en desalinización
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Datos revelan que la región está invirtiendo fuertemente en plantas de desalinización, con un costo total de proyectos que supera los US$39.000 millones
La escasez de agua, un desafío crítico exacerbado por el cambio climático y el crecimiento demográfico, está llevando a los países de Medio Oriente y Norte de África, Mena, a una carrera sin precedentes por asegurar su futuro hídrico.
Nuevos datos revelan que la región está invirtiendo fuertemente en plantas de desalinización, con un costo total de proyectos que supera los US$39.000 millones, según el cuarto Informe de Proyectos de Desalinización, de BNC Intelligence.
Arabia Saudita se posiciona como el motor principal de esta transformación, con una inversión monumental de US$14.580 millones. Este monto no solo representa el mayor desembolso individual de la región, sino que también es un testimonio de la visión estratégica del Reino para garantizar la seguridad hídrica en un entorno históricamente árido.
La nación saudí está consciente de que su desarrollo económico y social futuro depende directamente de la disponibilidad de agua dulce, lo que justifica la magnitud de estos proyectos.
Siguiendo de cerca la ambición saudí, los Emiratos Árabes Unidos, EAU, han comprometido US$10.280 millones a proyectos de desalinización. Los EAU, con su rápida urbanización y el desarrollo de centros turísticos y empresariales de clase mundial, enfrentan una demanda de agua en constante aumento.
Otros actores clave en esta transformación incluyen a Jordania, con una inversión de US$4.200 millones de dólares, y Egipto, que destina US$3.260 millones. Ambos países, con grandes poblaciones y recursos hídricos dulces escasos (especialmente en el caso de Jordania), están viendo en la desalinización una solución viable y sostenible a largo plazo.
Omán también se suma a esta tendencia, al invertir US$3.160 millones, mientras consolida el compromiso de la península arábiga con esta tecnología.
En el norte de África, Marruecos emerge como un jugador importante con US$2.370 millones en proyectos. Países como Túnez (US$950 millones), Argelia (US$210 millones) y Kuwait (US$130 millones) también están realizando inversiones significativas, aunque a una escala menor en comparación con los gigantes de la península arábiga.
El informe también agrupa otras inversiones menores de Libia, Catar y Baréin, al sumar US$190 millones, lo que demuestra que la estrategia de desalinización es una prioridad extendida a lo largo y ancho de la región Mena.
