Resulta preocupante que el crecimiento se fundamente principalmente en el consumo del sector público y el consumo de los hogares, puesto que esto no es sostenible
Podemos seguir administrando la inercia, ajustando indicadores y sobreviviendo a coyunturas políticas, o podemos apostar por un sistema que forme ciudadanos críticos, profesionales competentes y líderes comprometidos