Se acentúa la desaceleración industrial

La economía colombiana atraviesa por un largo trecho acompañado de nubes negras que vienen de la industria, justo el frente en donde las cosas aún no se reactivan y amenazan con empeorar. Ojalá este preocupante dato, represente que la economía tocó fondo, al menos en lo que tiene que ver con el comportamiento de la industria. Ayer se conoció que en el pasado abril la producción industrial y las ventas minoristas se contrajeron al comparar con el mismo mes del año pasado, situación que no es otra que desaceleración económica. Miremos en detalle las cifras: la producción cayó 6,8% en el último lapso medido, en comparación del repunte de 9% que se había registrado el año pasado. La fabricación de vehículos es uno de los sub sectores más golpeados, renglón que en ningún mes del año corrido ha alcanzado los presupuestos diseñados el año anterior. La fabricación de carrocerías cayó 48%, la de automóviles 42,8%. También se ve frenada la producción en otros frentes industriales como la fabricación de bebidas (-13,4%) y los productos minerales que se contrajeron 37,7%.

Entre las actividades industriales que crecieron se destacan la industria de químicos con 11%, seguida de los productos de molinería y almidones, con 10,9%. La refinación de petróleo solo creció 7,5%, una situación muy preocupante pues ya hace un año de la entrada en funcionamiento de la Refinería de Cartagena y su aporte sigue en retroceso. Hay un extendido bajo consumo generalizado que sigue profundizando la desaceleración en todos los sectores. Según los datos de la Encuesta de Opinión del Consumidor que elabora Fedesarrollo, y que mide el Índice de Confianza del Consumidor, sigue en niveles negativos y deteriorándose cada vez más. El ICC retrocedió 16,9%, una caída de cuatro puntos frente al periodo anterior y muy bajo si se compara con la misma fecha del año pasado.

La Encuesta de Opinión Industrial de la Andi esperaba una reducción de 0,7%, lo que a la postre muestra un panorama más difícil e inesperado: “los primeros meses del año se han caracterizado, en materia económica, por un notable deterioro de la demanda interna, lo que ha contribuido en gran parte al débil desempeño de la actividad manufacturera”. Tal vez conociendo esta situación el Gobierno Nacional presentó un día antes de estas cifras el Marco Fiscal de Mediano Plazo, es decir los fundamentales con que piensa cerrar este año y enfrentar el nuevo. El documento que tiene las cuentas financieras y económicas del país para los próximos años, entre las cuales se destacan el déficit fiscal, la deuda, las proyecciones en dólar y petróleo, y como nuevo escenario la financiación del posconflicto, es fundamental para las empresas.

El precio promedio del petróleo Brent se calcula en US$51 por barril en 2017 y US$60 en 2018. La producción de petróleo se estima en 840.000 barriles diarios en 2017. La tasa de cambio promedio será de $2.977 por dólar para 2017 y de $2.930 para 2018, con un descenso importante. En términos de inflación la proyección es de 4,1% para 2017 y de 3% para 2018, es decir que se llegaría al rango meta del Banco de la República en dos años, no en uno como se había pensado a inicios de 2016. Hay muchos insumos macroeconómicos para que el Gobierno acelere un plan de choque que vaya más allá del Colombia Repunta, que no se nota ni se siente.