¿Qué dicen en el Congreso de la nueva tributaria?

Genera sospechas que haya silencio en el Congreso de la República, es decir, por parte de los senadores y representantes a la Cámara, sobre la idea de una nueva reforma tributaria dada a conocer por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, para reducir el cabalgante déficit fiscal que asfixia las finanzas de la Administración.

El Gobierno Nacional ha dicho que va a radicarla en el Legislativo a finales del próximo julio, en el último periodo de este Congreso, a pocos meses de las próximas elecciones de marzo. Los primeros comentarios sobre el contenido del articulado generan más que preocupación en un año de poco crecimiento económico y alta carga de incertidumbre. El marco fiscal contempla recaudar un mínimo de $19,6 billones, monto que podría alcanzar hasta $25,4 billones.

Se habla de ampliar la base tributaria, homologar tarifas al consumo, modificar la estructura del IVA, revisar el impuesto al consumo (Impoconsumo), rediseñar el impuesto de renta para personas naturales, impuesto al carbono, más impuestos para juegos de azar, plataformas digitales e iglesias, gravámenes especiales al carbón, petróleo, igualmente, se plantean nuevos instrumentos tributarios dirigidos a penalizar la contaminación por plaguicidas, ruidos, vapeadores, entre otros no detallados.

La reacción del Legislativo al conocer esta iniciativa es silencio total, pues como dicen en el mismo Congreso, nada más bueno que una tributaria que antes de las elecciones. Es fundamental para los declarantes de renta y las empresas formales, los dos pilares de las reformas tributarias, que los actuales senadores y representantes, más los que quieran ir al Congreso en las elecciones venideras, digan algo, si están en contra o a favor de cargar de impuesto a los colombianos, en un momento de alta pugnacidad política y de gran presión inflacionaria, pues la variación de precios sigue siendo de las más altas de la región; no se puede olvidar que el costo de vida no ha disminuido en proposición de los ingresos y que la economía no está creciendo al nivel de la tributación que se espera discutir.

El último intento de reforma tributaria que puso este Gobierno Nacional se cayó por algunos vicios; en ese momento se volvía a cargar al sector mineroenergético, como también se modernizaba la tributación de los juegos de azar en línea, que curiosamente no pagan los mismos impuestos que otros sectores; esa iniciativa quedó truncada y seguramente será la piedra angular del nuevo articulado; y así las cosas, el lobby de algunos sectores en el Congreso empezarán a mover sus fichas, dando por descartado que más impuestos sean la realidad en un Senado y Cámara en plena campaña electoral.

Es poco probable que la nueva tributaria anunciada con bombos y platillos tenga más futuro en el Congreso que la laboral y la de salud, iniciativas que no contaban con el lobby que siempre arrastra una reforma a los impuestos. La opinión pública está más que atenta a cuál es la opinión de los congresistas actuales y futuros, frente a este nuevo tema de debate que se viene para el segundo semestre; ojalá primen los intereses del grueso de los colombianos formales, de las empresas, quienes generan empleo y pagan casi todos los impuestos, y que esta tributaria se discuta en condiciones de realidad económica y social. Poner impuestos con aumento de la deuda es un salto al vacío.