.
EDITORIAL

Oportunidad en lugar de tragedia en las lluvias

martes, 15 de noviembre de 2022

Hace 28 meses que llueve permanentemente en muchas regiones del país; claro que hay que evitar tragedias, pero al tiempo se debe ver cómo se aprovecha el agua

Editorial

“2022 aguas mil” puede ser el titular de este año que termina pasado por intensos aguaceros, que ya dejan más de dos centenares de muertos y miles de millones de pesos en pérdidas materiales. Es evidente que un país tropical como Colombia, en donde está ubicada una de las regiones más lluviosas del mundo, no ha logrado rentabilizar la alta pluviosidad y hacer de esta riqueza una oportunidad económica, ahora que todos los gremios y el Gobierno Nacional están hablando de transición energética y destacando las bondades de que la matriz energética colombiana está basada en la generación hidroeléctrica.

Toda la narrativa de los gobiernos locales, regionales y el nacional está en modo tragedia, como dicta la historia de un país que no aprende de su pasado. No hay una sola campana que exalte las oportunidades que hay en los aguaceros, tal como lo hicieron en Antioquia los pioneros que “rentabilizaron las lluvias” haciendo del gran departamento el más rico en hidroeléctricas.

Ni siquiera se motiva o incentiva a los campesinos o nuevos emprendedores del agro a levantar distritos de riego para ahorrar en tiempo de verano. Lo único que se ha logrado este año es que las ricas generadoras de electricidad no suban los precios del kilovatio con los embalses a rebosar y que al menos las lluvias traigan precios bajos en el costo de la energía eléctrica.

El Estado está muy enfocado en atender emergencias, pero no en hacer de los problemas oportunidades de mejora. La abundancia de lluvias debería ser un asunto también del Ministerio de Agricultura y mucho más de las corporaciones autónomas regionales, que son las entidades rectoras de los ríos y el ambiente. El agua es riqueza y debe atenderse como tal, no siempre como una tragedia anunciada. Las llamadas CAR y la cartera del Agro deben pensar distinto en tiempos de fenómeno de La Niña; están obligados a mirar los recursos naturales como oportunidades de producción y de mejora.

El problema es que para muchos es más rentable una tragedia por los subsidios que se distribuyen, que armar soluciones a “males crónicos”, como puede ser el exceso de lluvias. Si el Gobierno Nacional sabe que va a llover hasta fin de año, debe activar todos los protocolos de seguridad y de atención de desastres, pero también poner a los expertos a ver cómo se le saca provecho al agua.

El costo de la energía y de los alimentos, principales responsables de la inflación, tiene que ver con el agua que ahora se bota y que vemos correr a las alcantarillas. Es un imperativo que surjan ideas disruptivas con el tema de las lluvias; como país tropical no se pueden sentar los científicos locales y los políticos de turno a ver llover sin atisbar una idea al menos de programas de ahorro en embalses o distritos de riego. Uno de los mitos del desarrollo de los países tiene que ver con el clima, pero está demostrado por casos de éxito reciente que no hay que tener cuatro estaciones para progresar, que la riqueza desprendida de un periodo lluvioso y otro seco al año es una situación superior que puede ser la punta de lanza para disminuir las precariedades sociales, la diferencia la hace la capacidad de sus líderes para aprovechar las oportunidades.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE EDITORIAL

Editorial 28/03/2024 El cargo por confiabilidad debe funcionar

Los colombianos pagan un sobrecosto en su factura de energía destinado a costear las eventuales crisis, como la que se vaticina, pero las generadoras no hablan del asunto

Editorial 27/03/2024 Jubilaciones: la crisis actual que ve BlackRock

El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, en su carta anual habla de jubilaciones y de la necesidad de repensar todo el sistema: “Nadie debería trabajar más tiempo del que quisiera”

Editorial 26/03/2024 La peligrosa anarquía en el sector eléctrico

Los estragos del Fenómeno de El Niño en los embalses es el chivo expiatorio para tapar el desgreño y la pugnacidad en que está inmerso el sector eléctrico, en donde nadie manda