Mantener la cifra de desempleo en un solo dígito

El año nuevo comenzará con una de las cifras más bajas de desempleados en la historia reciente de Colombia. A la luz de los últimos datos del Dane, la tasa de desocupación llegó a 9,7% en octubre, cifra que no se veía desde noviembre de 2019 cuando estuvo en 9,6%. La población ocupada fue de 22,6 millones en el décimo mes de este año, frente a los 21,08 millones de 2021, esto quiere decir que en total se recuperaron alrededor de 1,5 millones de empleos el último año.

Las cifras son muy buenas en una coyuntura de gran preocupación por la economía, hay 2,43 millones de personas que están buscando trabajo al estar cesantes, 440.000 menos de las que había en el mismo mes de 2021 cuando se registraron 2,8 millones de personas en esa condición económica. La única razón que explica la buena noticia es que la post-pandemia se siente con todas sus fuerzas en el consumo y que la preparación para la temporada de fin de año ayudó a reducir los niveles de desempleo al bajar 2,3 puntos porcentuales menos que el dato revelado hace un año cuando alcanzaba 12%.

La tasa de ocupación pasó de 54,6% a 57,7% y mostró un aumento cercano a los 3,1 puntos porcentuales. En las 13 principales ciudades y sus áreas metropolitanas, la tasa de desocupación bajó de 12,9% hace un año a 9,9% en este momento; una vez se conozcan los datos de noviembre y diciembre las cosas irán mejorando muy en contravía de la percepción de los analistas y comentadores económicos. Si bien la estacionalidad es la causa al conjugarse Mundial de Fútbol con fiestas de fin de año, debe sincronizarse el dato con el Índice de Confianza del Consumidor para comprobar si la percepción de mejoría es general u obedece solo al fin del periodo electoral que reactiva obras y contratos en los gobiernos locales y regionales, además de las inversiones para Navidad y Noche Vieja en ciudades como Cali, Medellín, Barranquilla y las del Eje cafetero, que se reactivan durante el último trimestre. Tunja, Florencia, Popayán, Valledupar, Quibdó, Neiva, Riohacha, Santa Marta, Armenia y Sincelejo tuvieron 1,1 millones de personas ocupadas y contribuyeron a bajar la cifra de desempleados.

Por sexo y edad, hubo un aumento de 958.000 mujeres ocupadas, mientras que la proporción de hombres fue de 563.000. Los mayores aumentos en la creación de empleos se registraron en las mujeres de 25 a 54 años, con 643.000 ocupadas adicionales, y en los hombres en el rango de edad de 55 años y más, hubo 217.000 nuevos empleos.

Quizá es la mejor noticia económica que se ha dado durante la nueva administración nacional que prepara una reforma laboral y otra pensional, que ojalá estén enfocadas en que ese dígito en el desempleo sea por razones de formalidad, no por trabajos sin calidad. Generar empleo es el gran reto y la falla crónica en el modelo económico de Colombia, que muy a pesar del gran crecimiento económico de los dos últimos años (10,7% en 2021 y 7% en 2022), esos números no se han dado en materia de buenos trabajos. Lo más probable es que en 2023 el crecimiento del PIB sea de 2%, si bien puede haber unos trimestre recesivos, la estructura del sector productivo más las políticas públicas bien alineadas con las necesidades de la gente, deberían lograr que durante todo el año la cifra de colombianos sin trabajo no supere los dos millones y medio de personas. Eso sería un gran logro.