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Si Estados Unidos empieza a desmontarse de los tratados comerciales, la economía global entrará en una época proteccionista.
Quizá el economista colombiano más influyente a nivel mundial en todos los tiempos, el profesor José Antonio Ocampo, advertía en una entrevista el pasado lunes para este Diario sobre los cambios disruptivos que van a tener los tratados de libre comercio durante el próximo cuatrienio, todo mientras el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lleve las riendas de la primera economía global. Y justo un día después de las palabras del exministro colombiano y profesor de la Universidad de Columbia, el Presidente Electo cumplió una de sus promesas de campaña: sacar a Estados Unidos del tratado comercial con el Pacífico (TPP) y mantener vivas las amenazas de poner más restricciones a la inmigración.
El anuncio del paquete de medidas para los primeros 100 días de su mandato (arranca el 20 de enero) comenzó por dictar el acta de defución de la alianza económica firmada hace un año por Obama y que buscaba un nuevo marco de libre comercio entre 11 países del Pacífico (Estados Unidos, Japón, Australia, entre otros poderosos, pero sin China abordo); una acción que ha sido vista como una muestra de lo que puede pasar en el transcurso de los días con otra amenaza en ese mismo sentido y es la liquidación del TLC entre Canadá, Estados Unidos y México (Nafta por sus siglas en inglés). Lo único que han podido hacer los países abanderados de los TLC es declaraciones en defensa de libre comercio como respuesta a las amenazas del nuevo hombre fuerte de la Casa Blanca.
Hay una claro cambio de juego por parte de Estados Unidos en términos de tratados de libre comercio, una tendencia que puede marcar un cambio de época en el comercio mundial y revaluar muchas hipótesis sobre las bondades del comercio libre. El giro proteccionista de Estados Unidos -para proteger el empleo- es una realidad que toca a las puertas de los países como Colombia que veían la firma de estos TLC como la panacea del desarrollo. Cuando un país como Estados Unidos entra a revisar el TTP para proteger sus intereses y camina hacia una renegociación del acuerdo con México y Canadá muchas cosas se empiezan a revaluar y curiosamente las ideas extremas de la izquierda y la derecha se empiezan a juntar.
En Colombia los más críticos de la docena de tratados de libre comercio que ha firmado el país desde hace una década son los políticos de izquierda y los sindicatos y quien lo hubiera pensado hace meses, ahora su principal aliado es el Presidente Electo de Estados Unidos quien ha sacado todo su arsenal proteccionista para proteger la producción nacional y el empleo, argumentos que eran descalificados por los promotores a ultranza del libre comercio. No es que Trump tenga la razón, sino que los extremos ideológicos se juntan y que entramos en una nueva época en la que todo puede ser revaluado sin mirar los alcances.
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